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Las familias denuncian el parón en la terapia acuática de Meres, en Siero

Jueves 30 de Octubre del 2025 a las 13:43


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Las familias de menores que acuden a la terapia de estimulación acuática en Meres denuncian que, apunto de finalizar octubre, el servicio aún no ha comenzado, pese a que debía haberse comenzado en el mes de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar.

El programa está gestionado por FASAD, arrastra graves deficiencias desde hace más de dos años, cuando una de las tres fisioterapeutas dejó su puesto y la plaza nunca fue cubierta. Desde entontes, las continuas ausencias y la falta de personal han provocado la suspensión reiterada de sesiones y una importante reducción en la atención que reciben los menores.

Esta terapia forma parte del servicio de Atención Temprana del PRinicipado de Asturias, que actualmente solo cubre hasta los tres años, mientras que en el resto de España llega a los seis años. Aunque la Junta General del Principado aprobó una proposición no de ley para su ampliación hasta dicha edad, la realidad es que no se ha avanzado en su aplicación ni se garantiza el funcionamiento adecuado del servicio actual.

Las familias advierten de que estos retrasos y cancelaciones suponen una pérdida irreparable en una etapa clave del desarrollo infantil, especialmente para los menores con discapacidad o enfermedades raras, que dependen de la continuidad de las terapias para mantener y avanzar en sus logros.

Por ello, exigen al Principado de Asturias y a FASAD que se reactive de inmediato la terapia acuática, cubran la plaza vacante y garanticen la estabilidad del servicio durante todo el curso. Lucía Suárez-Saro, una de las madres afectadas, y comentó que tienen dos problemas con las terapias acuáticas, “y es que un curso escolar debería ir de septiembre a junio y estamos prácticamente en noviembre y todavía seguimos esperando por el inicio de las terapias. El año pasado pasó exactamente igual, que empezamos en enero. El segundo problema es que hace años teníamos tres fisioterapeutas, ahora tenemos dos fisioterapeutas y eso es lo que acarrea es constantes cancelaciones de terapias, para que te hagas una idea, de 40 sesiones que deberían tener los niños, el año pasado tuvieron 15 más o menos. Imaginaros que los niños de Asturias fuesen al colegio de 40 semanas, 15 semanas”, afirmó.

Otra de las afectadas es Jennifer Allonca y comentó que la terapia acuática en estos niños es básica, “es una necesidad como una medicina de primera base y no tenerla repercute en el desarrollo psicomotor, a nivel social, en la relación con los demás niños, el medio acuático que no les exige tanto, es como más lúdico, no tan una actividad tan dirigida como puede tener en otras terapias, lo disfrutan como si fuera ocio. Todos esos beneficios que pierden del medio acuático repercuten en su día a día, en su calidad de vida, en su autonomía, en sus relaciones sociales, porque aquí están con más niños, que en otras terapias no están en un entorno abierto social y entonces les dinamita un poco su día a día, su avance y su autonomía, que es lo que queremos estas familias”, concluyó.

El Tapín

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