SIERO

CARTA AL DIRECTOR

Los riesgos de las naves de almacenamiento de energía en baterías de litio

Viernes 02 de Agosto del 2024 a las 10:09


🔎  Aumentar texto 🔎  Reducir texto

Asturias sufre una fuerte demanda de licencias para instalar naves de almacenamiento de energía en baterias de litio con la pretensión de sacarla al mercado en momentos de baja producción energética.

La cosa no es baladí. La preocupación de la ciuadadanía sobre los efectos nocivos que estos almacenes de baterias pueden generar en caso de accidente, no son para menos. Por supuesto que hay medidas preventivas que pueden rebajar los riesgos, pero los costes que estas medidas pueden suponer en el mundo mercantil son de dudosa aplicación y menos aún sin garantías de controlar debidamente por las administraciones en tiempo y forma.

La alarma creada no es para menos en el entorno geográfico donde se pretenden instalar.

El movimiento civil organizado en plataformas para defender sus intereses, choca con la presión empresarial cuyos últimos fines no son otros que la especulación, aparte de que no suponen creación alguna de empleo más allá de revisiones puntuales por técnicos de mantenimiento. Se supone que las cámaras harán el papel de gendarme.

Hemos leido y oido por parte de algún empresario en algunos medios de comunicación, que su instalación es inocua y no hay por tanto riesgos mayores. Rebuscando en medios digitales nos encontramos con información contraria que incluso multiplica las diferentes derivas que pueden ocasionar lo no deseable.

Fugas térmicas, daños en las baterias, sobrecargas, temperaturas extremas, falta de ventilación, etc., pueden ocasionar una explosión con consecuencias impredecibles.

Los empresarios aseguran que la termografía -control de la temperatura-, es una herramienta importante para garantizar la seguridad, pero sucesos siniestros ocurridos en muchas partes del mundo -y que se pueden rastrear-, acreditan su insuficiencia.

Es sospechoso que muchas aseguradoras se nieguen a firmar contratos con este tipo de empresas. Se puede sobreentender el bajo interés.

Se habla de una normativa autónomica que aunque rebaja las condiciones para instalaciones de este tipo, no resuelve las demandas sociales que entre otras cosas, pretenden establecer distancias garantistas.

Es ciero que delimitar esas distancias puede tener muchos pareceres, pero al igual que otros modelos de empresas, debería ser una consideración a tener en cuenta y siempre en consonancia con las demandas sociales.

Queremos como ciudadanos y ciudadadanas que a quienes hemos elegido para que nos representen, nos escuchen, nos atiendan y nos ofrezcan lo mejor y no lo menos malo.

 Una fuga de sustancias químicas puede-por los vientos-cubrir distancias insospechables. La tragedia de la Central Nuclear de Chernobil sobrepasó fronteras y no había limitaciones posibles, pero no es menos cierto que una explosión tiene sus efectos más nocivos en las inmediaciones de la empresa y eso es lo que la ciudadadanía pide en los municipios donde hay solicitudes en marcha para instalar este tipo de empresas.