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SOCIEDAD

Les rameres de Muñó ofrecieron a la Virgen el ramu más antiguo de Asturias

Miercoles 18 de Septiembre del 2024 a las 09:22


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El 8 de septiembre la parroquia sierense de Muñó celebraba el día grande de sus fiestas, el día en el que les rameres son las grandes protagonistas.

Salía este año el ramu de El Barreru, uno de los barrios de Muñó, con les rameres nombraes: Yaiza Colunga e Irene Nuño, junto con les buscaes: Sheila Moro y  Sofía Pedrero, acompañadas por los rameros elegidos por ellas: Vítor González, Hugo Nuño, Miguel Fernández y Jorge Carrasco, que las ayudaron a llevar el pesado ramu por el camino hasta la iglesia parroquial. Las seguían vecinos y vecinas que se iban uniendo a la procesión, junto con emocionados familiares, como  Arantxa, madre de Yaiza, cuyo padre también ejercía de rameru; Alba, hermana melliza de Sheila o  Bea y Alberto, padres de Irene. También iban Noelia, Simón y Gabriela, padres y hermana de Jorge, Sonia Rodríguez, mujer de Miguel  y, sobre todo, Enedina y Tino Barbales, abuelos de Irene, Hugo y Jorge, muy contentos de ver a tres de sus nietos siguiendo la tradición. Cuando al fin arribaron al campu de la iglesia, entre la vecindad congregada para contemplar su llegada, esperaban Bea y Tino Camino, tía y abuelo de Yaiza, quien cada 8 de septiembre siempre decía: “Yo hoy voy temprano, que quiero ver llegar a les rameres” y este año veía llegar a su nieta.

Tras introducir el ramu en la iglesia, comenzó la misa oficiada por José Santaclara y cantada por la gaitera Belén Arboleya, acompañada por Joaquín al tambor. Allí les rameres ofrecieron el ramu a la Virgen, tal y como manda la  tradición de la que se tiene constancia  desde principios del siglo XVIII, aunque probablemente sea  anterior. Después, les rameres procesionaron con el ramu y los rameros lo hicieron llevando a la Virgen del Rosario.

Les  rameres nombraes: su misión comienza en enero.

“La misión de les rameres comienza en enero, cuando se designa a dos mujeres  jóvenes y solteras para ser  les rameres de ese año. Ellas son ‘les nombraes’ y su misión será recorrer la parroquia ‘pidiendo pal ramu’, con el fin de recaudar donativos para cubrir los gastos que acarrea vestirlo, adornar la iglesia, etc.”, explica Sonia Rodríguez, mayordoma de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, quien pone todo su empeño en continuar esta tradición. “Ellas eligen a dos amigas para que las acompañen: ‘les buscaes’ y las cuatro serán las encargadas de portar el ramu el 8 de septiembre. Cada ramera tendrá que llevar un rameru y ellos serán quienes saquen a la Virgen en la procesión”, detalla la mayordoma, resaltando que “el día grande de las fiestas es  su día, el día de les rameres, pues ellas son las afortunadas que ofrecen a la Virgen el ramu más antiguo de Asturias”.

“Ser ramera es un honor y un motivo de alegría”.

Yaiza Colunga e Irene Nuño, les rameres nombraes, no nacieron en Muñó pero están muy vinculadas al pueblo a través de sus familias, al ser sus abuelos de allí. La abuela y la tía de Irene  fueron rameres y Yaiza explica que “mi abuelo y su familia nacieron en Muñó y mi madre pasó su  infancia aquí y también fue ramera en su día. En esta iglesia me bauticé e hice mi primera comunión y siempre vine a las fiestas del pueblo. Crecí viendo las fotos de les rameres, oyendo la historia del ramu y las anécdotas  que mi madre me contaba de cuando ella lo llevó. También veo lo difícil que resulta mantener esta tradición, así que  ser hoy una de les  rameres de Muñó, junto a Irene, Sheila y Sofía, es para mí un honor y un motivo de alegría”.

Para  la vecindad de Muñó es un orgullo mantener viva esta  tradición, teniendo a gala que el ramu esté bien adornado y sus rameres vayan muy guapas ese día.