LLANERA

SOCIEDAD

La ganadera, Alexandra Simona Anghel, ha vendido un buey mezcla de frisón con Montbéliarde catalogado como 4 plus a la empresa vasca Gesalaga Okelan

Miercoles 08 de Diciembre del 2021 a las 00:00


🔎  Aumentar texto 🔎  Reducir texto

La vecina de Llanera y ganadera en Las Regueras, Alexandra Simona Anghel, lleva desde 2018 en este sector, ya que cogió el relevó a sus suegros, Valentín y Tere, que siempre se habían dedicado a la ganadería de leche. “Cuando nosotros lo cogimos decidimos darle un giro al negocio y cambiamos a vacas de carne para no dejar todo morir, porque a mi suegra le gustaba que siguiéramos con la ganadería. Estamos en Cogollo”, apuntó.

En este momento, cuentan con 35 madres de las razas asturiana de los valles y wagyu, 23 bueyes y animales de cebadero y recría. Este mes de noviembre se vendió un buey de la raza frisón mezclado con Montbéliarde, que se llamaba “Careto”, “se crío en casa y tenía 5 años, lo vendimos a la empresa del País Vasco Gesalaga Okelan, que es una carnicería familiar dedicada a los productos Gourmet, porque ellos siempre buscas carnes especiales con matices diferente. Es la primera vez que se lo vendemos a ello, pero hemos vendido bueyes también al Alimerka”, explicó.

Alexandra comentó que decidieron ponerse en contacto con Gesalaga después de ver el video en redes sociales del chuletón de 12 kilos, “decidimos probar porque todos nuestros bueyes son de razas exclusivas o cruces de ellas. Les llamamos, les dejamos el teléfono y se pusieron en contacto con nosotros”, explicó. El animal se sacrificó el 3 de noviembre en el matadero de Belmonte, el peso era de 745, 78 kilos, en canal europea y vivo pesaba 1.500 kilos, obtuvo una calificación de 4 plus, cuando el máximo es 5, se valora el engrasamiento y las características de la carne.

El gerente del Matadero de Belmonte, Félix, aseguró que este buey fue uno de los más grandes que habían sacrificado hasta el momento, tanto es así que tuvieron que meterlo por otra puerta, porque por la normal no entraba, aunque después siguió el mismo proceso que los otros animales. “Estaba bien engrasado y fue el animal más grande que maté hasta el momento, no cabía en el vox de alto y tuvimos que meterlo por otra puerta dentro del matadero. Vinieron la semana pasada a buscarlo”, comentó.

La ganadera aseguró que al responsable de la empresa cárnica vasca, José Luis, le enviaron fotos y videos del animal para que pudiera verlo.“Se crió en casa y se alimentaba a base harinas naturales y forraje. Dentro de la explotación contamos con bueyes de diferentes razas como son: asturiana de los valles, asturiana de montaña, Wagyu de F1, F2, mezclados con pinto, bueyes Highlands con angus, Belted Galloway, pinto con asturiana de los valles, pinto con rojo sueco. Son razas especiales, es por lo que apostamos y nos diferenciamos del resto sobre todo porque es carne que sabe diferente y muy especial. Esta idea nos la dieron mis suegros, ya que ellos hace muchos años decidieron optar por este tipo de carne más hecha, de unos 2 a 4 años, de animales capados de diferentes razas, que mataban solo para su consumo doméstico”, apuntó.

El gerente de Gesalaga Okelan, José Luis, explicó que fue la ganadera la que contactó con ellos y tras ver al animal decidieron comprarlo para ofrecer un producto diferente a sus clientes, ya que nunca antes habían contado con esta raza de buey frisón con Montbéliarde. “Es un animal que se ve que ha estado muy mimado y la idea es poder ofrecerlo para la Navidad, por eso lo

adquirimos en estas fechas. Somos una empresa familiar que contamos con 50 años de historia, ya que empezaron mis padres con una carnicería y en este momento nos hemos especializado en carne Gourmet, ofreciendo productos nobles y muy diferentes, que no se encuentran fácilmente”, destacó.