LLANERA

SOCIEDAD

César Sánchez y Félix García recibieron los premios “Don Liborio Colino”, que entrega la Unidad Pastoral de Posada

Domingo 23 de Noviembre del 2025 a las 18:51



El domingo 23 de noviembre tras la Eucarística, oficiada por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, se procedió a la entrega de los premios a la trayectoria en la vida religiosa “Don Liborio Colino” a Félix García y César Sánchez. El vicario episcopal de Oviedo-Centro-Cuencas y párroco de la Unidad Pastoral de Posada, José Julio Velasco, y el arzobispo fueron los encargados de entregar el pergamino y la Cruz de la Victoria.

Félix García es la persona encargada de llevar las cuentas de la parroquia, “es original, creativo, distingue como nadie lo sustancial y prioritario de lo que puede esperar. Él ha sido parte importante en la restauración de nuestra iglesia y pieza vital en la conmemoración de sus 50 años. Félix, gracias por todo lo que nos das, tanto y tan bueno”, comentó Velasco.

García quiso dedicar unas palabras a los asistentes y recordó que fue hace 20 años cuando entró a formar parte activa de la parroquia de Posada, “me acerqué por aquí y había una chica joven y estaba José Julio, les pregunté si podía ayudar, me dijeron que sí y a partir de ahí empezó un pequeño camino. En ese camino destaco dos cosas que son muy importantes, sobre todo en el mundo en el que estamos de la Iglesia. Una de las cosas es libertad y la otra confianza. Libertad para todas las cosas que se hicieron, bien o mal, mejor o peor, pero libertad para opinar dentro de lo que es una fe más o menos compartida que más o menos a todos nos puede unir. Libertad para opinar de cualquier tema y en contraposición con otras personas y siempre llevándonos perfecto. Y luego una vez que se decidía hacer una cosa, confianza total para hacerlo. Y eso te hace crecer como persona”, destacó.

El segundo en recibir el premio Don Liborio Colino fue César Sánchez, es miembro del Consejo Pastoral de la parroquia de San Cucufate; formó parte de la Comisión Pro-Restauración de la Iglesia de San Cucao, que consiguió recaudar, en una parroquia de apenas 600 habitantes, 350.000 euros. “Quiero recordar desde la emoción y la gratitud a tres miembros de esa comisión que ya no están con nosotros, por los que hemos aplicado en la Santa Misa, Pepe Carabina, Lorenzo Ramos y Pocholo. Además, César fue fundamental en la restauración de la Capilla de Villanueva, que junto a su mujer cuidan y miman cada día. Una verdadera joya del románico rural. César siempre te proporciona consejo atinado y prudente”, explicó Velasco.

Sánchez recordó que en 1962 conoció en el campo de las Huelgas, actual Pepe Quimarán, al párroco Liborio Colino, ya que el homenajeado era futbolista de la Unión Deportiva de Llanera y Colino acudía a ver algunos partidos. “El recuerdo que tengo es que se trataba de un cura muy serio, que a mí me infundía respeto y admiración. Es por ello que me siento muy orgulloso de que me hayan concedido el premio que lleva su nombre. Orgulloso también de compartir con mi colega Félix García. Estoy orgulloso de entrar a formar parte de la nómina de premios entre los que hay personas muy amigas y algunas tristemente fallecidas. Muy agradecido a la comisión organizadora encabezada por nuestro querido párroco José Julio Velasco. Agradecido también a nuestro admirado señor arzobispo que ha tenido el detalle de acudir a la entrega de estos premios. Los merecimientos de esta concesión se basan en mi participación en la restauración de la Capilla de Santa María de Villanueva. Por tanto, yo pienso que este galardón lo tengo que compartir con mucha gente”, destacó.

Sánchez comentó que la Capilla de Villanueva ha tenido muchas restauraciones en los últimos tiempos. En estas restauraciones, que comenzaron en los años 50, participaron todos los vecinos, todos sin excepción. A esa restauración principal le siguieron otras varias en los siguientes años, siempre con participación vecinal y respetando las normas impuestas por la Consejería del Principado, hasta dejar la Capilla en su espléndido estado actual. Una preciosidad, por dentro y por fuera. Que yo invito a visitar a todos aquellos que no la conozcan”, afirmó.

Antes de finalizar el acto, José Julio Velasco entregó al arzobispo un regalo que era un detalle de los Reyes Magos y la Adoración. “Estos premios que entregáis cada año pensando en el recuerdo, en la herencia que os dejó ese gran Liborio Colino, que os fijáis y presentáis a la entera comunidad la entrega que tienen algunos hermanos y hermanas por su compromiso con la parroquia, por su compromiso con la gente por la cual ellos también caminan. Y es una manera hermosa de decir vale la pena mirar a alguien cuando en esa mirada podemos aprender cosas. De tal manera que tanto Félix como César, en esta edición los anteriores y los que ya nos anuncian ya vendrán, son personas a las que vale la pena mirar porque en ellas Dios nos enseña y podemos con ellos aprender cosas buenas que, mirándolos, nuestra vida siempre es mejor”, Concluyó el Jesús Sanz Montes.

José Julio Velasco anunció además los homenajeados de cara al año que viene y serán: Isabel González, voluntaria de Cáritas, y el matrimonio formado por Jesús Ángel Caraballo y Covadonga Alonso, encargados de la limpieza del templo parroquial de Posada.

El Tapín

Comentarios