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SOCIEDAD

Pedro Fraile, enfermero del consultorio de Valdesoto, se jubila tras 41 años

Lunes 05 de Febrero del 2024 a las 09:19


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Pedro Fraile es natural del barrio del Milán en Oviedo y lleva como enfermero en el Consultorio de Valdesoto 41 años, se jubiló el 29 de enero y los vecinos de la parroquia y amigos decidieron organizarle una comida de despedida en Casa Telva.

Fraile realizó sus estudios básicos en los Maristas y en la facultad de Medicina estudió Ayudante Técnico Sanitario (ATS), “lo hice porque tenía unos tíos que habían estudiado enfermería y me animaron a ello y me apunté, éramos sólo 42 en clases y era difícil entrar, había que pasar un examen que aprobé, aunque no tenía mucha esperanza. Todos éramos hombres, porque después estaba la escuela de enfermería en el Hospital General y ahí eran todo mujeres, fue en 1976. Lo recuerdo porque también murió mi madre en aquella época. Estudié durante tres años y salieron sólo tres promociones de ATS”, explicó.

Fraile realizó prácticas en Cruz Roja y en el Hospital Militar, “cuando acabé los estudios fuimos todos para los seguros y yo fui para zona, en una plaza que se llamaba zona y urgencias, que era en la Lila y atendías urgencias en Mieres, Pola de Siero, Avilés y Gijón. Convalide mi título de ATS por el de enfermería con el paso del tiempo, por eso tengo varios títulos ATS, practicante, DUE en enfermería y enfermero”, aseguró. En el centro de salud de Pola de Siero sólo hay dos enfermeros, Pedro y Juan Carlos.

“Nunca quise trabajar en el Hospital y empecé en zona, ya que en la Lila consistía en hacer los domicilios y dos horas y media en consulta. Salió la plaza así en Valdesoto por tres meses y me quedé 41 años, la enfermera anterior, Laura Llerandi, fue para allí y estuvo también tres meses y me dijo que después pidiera el cambio. Paso ese tiempo los traslados se atascaron y me fui adaptando a la zona, aunque es cierto que se cobraba muy poco, porque pasé de cobrar 178.000 pesetas a 42.000, y me acaba de casar, pero lo compagine trabajando para la Cárcel de Oviedo, como pluriempleado casi tres años”, explicó.

Fraile reconoce que, de aquella era complicado, sobre todo en las emergencias porque no había teléfonos móviles como ahora, “yo venía para Oviedo cuando acababa y daba el teléfono de mi casa en el bar, después llegó el contestador automático, los vecinos llamaban y nunca decían ni su domicilio, ni su número y era más complicado. Después vino el PK, que era un busca lo pagabas tú de tu bolsillo, cuando pitaba llamabas a la central y te daban el mensaje y después el SESPA dio buscas, los primeros fueron para Valdesoto, Carbayín Ato y Bajo. En la cárcel también me daban otro busca y andaba con dos por la calle”, comentó.

Al pasar esos primeros años el enfermero recuerda que se fue reorganizando la primaria y comenzaron a pagarles más, “porque antes se cobraba por el número de cartillas que atendías y en Valdesoto había pocas, por eso se cobraba poco. Pusieron un cupo de 2.500 cartillas como mínimo y comenzamos a cobrar un sueldo decente, pero fue poco tiempo, después llegó la primaria y se modernizó la sanidad. Tengo que reconocer que cuando pude cambiar de plaza decidí no hacerlo, porque ya conocía a los vecinos y tenía amigos allí, por lo que me quedé”, afirmó.

Fraile atendido en estos años a tres generaciones abuelos, hijos y nietos. “Después de 41 años tengo muy buenos amigos allí. Valdesoto es uno de los lugares que ha ido creciendo y de los alrededores, es decir, la diferencia con Carbayín es que cuenta con población más joven. El consultorio está al lado de la farmacia y del colegio y siempre estuvo allí, pero es cierto que antes estaba en Carbayín Bajo, pero lo desdoblaron porque fue una gran demanda vecinal de Valdesoto. Hubo una época en la que casi cierran el colegio de Faes, porque había pocos niños, pero después comenzaron a llegar nuevos vecinos o quedarse allí con hijos pequeños e incluso se tuvo que ampliar por la demanda y aquello revivió. La verdad es que está muy bien comunicado con la autovía minera”, apuntó.

“Siempre estuve muy a gusto allí y me da pena el retirarme, pero voy a seguir yendo a ver allí a mis amigos y tomar algo con ellos. Ahora se va a casar un hijo mío e irán cuatro o cinco de Valdesoto a la boda. Salía a diario de casa cogía la autovía llegaba a Valdesoto y aparcaba en mi sitio. Conozco a todos los vecinos, se dónde viven, sus patologías y conozco a sus familias porque iba a sus domicilios.”, afirmó.

Fraile comentó que él no quería homenajes, pero fueron sus amigos de allí los que lo movieron reconoció, “estoy contento y muy agradecido, pero simplemente hice mi trabajo. Cuando llegabas a las casas siempre te decían quieres un caldín, un choricín, la gente incluso sin posibilidades siempre te daba de todo”, comentó.

El enfermero confiesa que, “me gusta mucho trabajar en periféricos por el trato con el paciente y sobre todo porque siempre me llevé muy bien con los médicos, éramos un gran equipo nos compaginábamos muy bien y éramos como iguales, nos consultábamos todo. Tuve dos médicos muy buenos, Arturo Alonso y Joaquín Cuetos, que fueron con los que más tiempo estuve”