LLANERA

ASTURIAS

El ganadero llanerense, Pablo Álvarez, está al frente de la organización profesional agraria denominada Unión Rural Asturiana

Martes 31 de Enero del 2023 a las 00:00


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El ganadero de Posada de Llanera, Pablo Álvarez, que dirige junto a su hermano  la Ganadería Álvarez “Casa Prudención”, está al frente de la recién creada organización profesional agraria Unión Rural Asturiana (URA), que demanda más control  de la fauna salvaje y la aplicación de la ley de la Cadena Alimentaria.

-¿Por qué era necesario constituir una organización profesional agraria denominada Unión Rural Asturiana?

- Esto vino a raíz de las manifestaciones que se realizaron en Oviedo, sobre todo la más masiva que tuvo lugar el 29 de diciembre, en la que participamos 400 vehículos y casi 5.000 personas, que fue algo que nunca se había visto. Las organizaciones profesionales agrarias consideraron que no era el momento de hacer las movilizaciones, cuando habían subido los insumos, un ejemplo es que de febrero de 2021 a febrero de 2022 había determinados fertilizantes que habían subido un 333%; la urea en febrero del 2021 estaba a 370 euros tonelada y en febrero del 2022 a 975 euros tonelada y los cereales subieron en torno a un 60%.

-Las manifestaciones se convocaron a través de la Asociación Asturias Ganadera

- Si, es un colectivo, que reunió a 5.000 personas en esas movilizaciones. No estamos en contra de las otras organizaciones profesionales, simplemente no estamos de acuerdo con algunas actuaciones. Vimos que la gente se movía y  la única manera de acceder a las mesas sectoriales y “tener los mismo derechos”, que el resto de las organizaciones, era crear esa misma estructura.

El 12 de diciembre fuimos  invitados a la comisión de Hacienda del Principado para expresar la opinión sobre los presupuestos y las partidas. Fue ASAJA, COAG, otros colectivos y nosotros URA. En esa jornada se presentaban enmiendas, nadie lo hizo salvo nosotros.

-¿Qué pidieron?

-Pedimos el aumento de los fondos destinados a sufragar los gastos ocasionados por la fauna salvaje y que se controle algo más. Lo que no puede ser es que aquí al lado del IES Llanera haya jabalíes o lobos. También pedimos que se ponga en marcha la ley de la Cadena Alimentaria, se elaboró en el año 2013, fue modificada en 2021 y entró en vigor el 21 de diciembre. En el artículo 12 se dice que al productor  no se le pude pagar por debajo de los costes de producción, es decir, lo que me cuesta a mi producir el litro de leche no se me puede pagar. Es cierto que en el caso de la leche el precio base aumentó un 70 %, pero no es por la aplicación de esta ley, sino que sube porque no hay leche. En España cerraron el pasado año 787 ganaderías de leche y no son ganaderías pequeñas que antes las grandes absorbían, ahora son de gran tamaño.

Hay una directiva comunitaria, que prevalece sobre la interna, y en el artículo 6 te dice que la administración tiene que actuar de oficio y no se está aplicando, la ley dice que la administración pública con sus recursos debe de promover esta actuación de oficio y lo dice claramente.  Es cierto que ahora la leche vive una época buena, pero esto es un tobogán y volverá a bajar. Hace un año el precio base más calidades era 315 euros tonelada,  y nosotros lo producido en diciembre lo cobramos en enero, y va a ser el precio base a unos 560 euros, pero eso no es bueno porque la leche se va a poner al precio del oro y ¿quién lo va comprar? La ley de la Cadena Alimentaria previene estos altibajos.

-¿Con qué apoyos cuenta URA?

-Nosotros vamos a contar con el apoyo de los profesionales que se quieran hacer socios, porque sin gente detrás no funcionaría. Esto de URA lo ha parido Asturias Ganadera y contamos de entrada con más de 200 personas.

Hay que tener en cuenta que en las ganaderías no hay relevo generacional, porque además España se adolece de formación.

-¿No ven luz al final del túnel?

-Cuando los que estamos ahora terminemos se acabó la carretera. En este primer mundo nunca se los va pasar por la cabeza el no tener que comer o ir a los supermercados y que en las estanterías no haya productos. Que los precios estén caros vale, pero el encontrarse que no hay nada entre lo que elegir.