LLANERA

SOCIEDAD

Fifi: Mujer de pueblo, humilde, trabajadora, valiente y con unas ganas increíbles de emprender

Sábado 15 de Noviembre del 2025 a las 10:44



La Sociedad Gorfolí-Santufirme entregó el viernes 14 de noviembre el galardón Llanerense del Año 2025 a María Remedios García “Fifi”, en un acto celebrado en el Restaurante La Campana, en Pruvia, al que acudieron 220 personas que arroparon y acompañaron a la homenajeada.

El evento lo presentó Belisario Camblor, miembro de la Sociedad Gorfolí-Santufirme, la mesa la presidió José Julio Velasco, vicario episcopal de Oviedo, Centro, Las Cuencas y miembro de la Sociedad, le acompañaban la alcaldesa de Llanera, Eva María Pérez, la homenajeada y Marta María González y Alicia Alconada, amigas de Fifi y miembros de la Asociación Cultural La Madreña.

Entre el público se encontraban concejales del equipo de gobierno: Montserrat Alonso, Nicolas Fernández, Susana García y Pilar Fernández; también el diputado nacional y portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Silverio Argüelles y los concejales: Nuria Niño, Carlos Álvarez y Sergio Álvarez, además de miembros del partido; por parte de Vox asistió la diputada regional, Carolina López, y la edil llanerense, Marisa Menéndez.

El primero en intervenir fue el secretario del jurado, Andrés Suárez, que leyó el acuerdo del premio y resaltó que Fifi ha impulsado proyectos que abarcan desde la danza y la música tradicional, hasta la creación de la banda de gaitas y la organización de festivales de creación nacional e internacional. Su liderazgo fue especialmente visible durante la conmemoración del 50 aniversario de La Madreña en este año 2025, donde coordinó las actividades, encuentros culturales y un programa de actuaciones que dieron gran proyección al concejo.

Fuera de La Madreña también ha contribuido a la vida cultural del concejo, fomentando la participación de jóvenes y más mayores en experiencias ligadas a la danza tradicional. Ha promovido intercambios con otras selecciones de fuera de Asturias, posibilitando que Llanera sea un punto importante de la cultura asturiana. Esto unido a su colaboración durante muchos años con los campamentos para actividades de Llanera, donde niños y jóvenes comparten experiencias de vida en comunidad, que sin personas como Fifi sería imposible que se mantuviesen.

Marcó generaciones

Después intervinieron las amigas y miembros de la Asociación Cultural La Madreña, Marta María González y Alicia Alconada, “nos emociona profundamente estar aquí para presentar a una mujer que es parte de nuestra historia personal y parte de la historia de nuestro concejo. Una mujer que ha marcado generaciones con su energía, una energía que parece no acabarse nunca, un ejemplo de entrega y una forma de querer muy especial. Esa mujer es María Remedios García García, la de todos, nuestra Fifi”, apuntaron.

Marta María y Alicia recordaron que la homenajeada nació el 24 de septiembre de 1941, en Ca García, en el Cenizal. Desde niña aprendió que la vida se construye trabajando, ayudando y estando ahí para los demás. De Arlós pasó a Posada, del bar-tienda de ultramarinos de su tía Josefa a la fábrica de Coruño. Siempre con ese espíritu incansable que la define, y cuando formó su propia familia junto a Enrique, creó un hogar que, con el tiempo, también salió para muchos de ellos. Su casa siempre ha sido el lugar para hablar un ratín y tomar un café. Pero hay un capítulo fundamental en su vida, y es su trabajo junto al doctor Sopeña.

“Pasó 30 años al servicio de todos los llanerenses, 30 años atendiendo, escuchando, calmando. No era sólo su profesionalidad, era su ternura, su cercanía. Esa sensación de que, pasara lo que pasase, estabas en las mejores manos que hemos tenido todos los que visitábamos la consulta, a veces incluso varias en una semana. Y fuera del consultorio también estaba su entrega. Nosotras la conocimos en el lugar que es nuestra segunda casa, la Asociación Cultural La Madreña. Allí desde niñas, en los ensayos en la antigua plaza que hoy es la Escuela de Música, crecimos con ella como referente. Primero como la madre y tía de dos de las nuestras, luego como responsable de un grupo de adolescentes que debía manejar y aconsejar con unos mensajes en clave que sólo ella y nosotras entendíamos. Hay una frase mítica que guardamos en nuestra mochila de los recuerdos y que siempre hemos tenido muy presente: tenéis cuidado con el número uno”, afirmaron.

“Con el paso de los años se convirtió en compañera y panderetera incansable. Y desde entonces no ha parado. En 2006 asumió la presidencia de la Asociación y con ella La Madreña creció, viajó y se consolidó. Pero sobre todo se convirtió en una familia. Porque Fifi no sólo dirige, Fifi cuida, escucha, acompaña. Hace que cada nuevo miembro se sienta parte de algo importante. De un grupo donde nadie sobra y todos cuentan. Y a la vez que La Madreña, nosotras también crecimos de su mano. Con Fifi conocimos mundo. Aprendimos a pelar patates. A comer curioso, como ella dice siempre. A llevar la ropa bien planchada.

 A levantar los brazos para bailar. Y a tener claro que en La Madreña todos somos iguales y no hay tonterías ni enfados. Las cosas se solucionan hablando o tomando una pastillina.

Bajo su mirada hemos entendido que el folclore es más que música o baile. Es identidad, es compromiso, es orgullo de lo nuestro. Con ella hemos llevado Llanera por Asturias, por España y por fuera de nuestras fronteras. Corriendo peligros por visitar cualquier virgen o santuario que nos quedase en camino. Su querida Santina de Covadonga, la Virgen de Fátima, Lourdes, la Virgen del Rocío y del Pilar. Incluso el Vaticano, en agosto a 40 grados y en autobús. Hemos desfilado el Día de la Hispanidad en Nueva York y no se ha quedado atrás. Se ha subido aviones, horas de autobuses, metros, barcos, atracciones, sillas motorizadas. Con una fe ciega en nosotras que a veces asusta. Y si hablamos de amor, ¿qué decir de su entrega? De esa capacidad suya para estar en mil cosas a la vez, sin perder nunca el humor ni las ganas”, recordaron.

Cocinera excelente

“¿Cómo no mencionar sus famosas epopeyas culinarias? Mil frisuelos en una mañana; 250 menús en una comida o en una cena, en una carpa y sin agua caliente. Días y noches cocinando sin descanso para el certamen ganadero. Indicaciones sobre cómo se puede ahorrar haciendo albóndigas. Si las haces con una huevera, vas más rápido y salen 12 a la vez e iguales. Los platos se presentan limpios y sin gotas en el reborde. En la cocina se trabaja con el pelo atado. El arroz con leche se revuelve en el sentido de las agujas del reloj. En definitiva, organizando a toda la asociación como si fuéramos un ejército. Aunque siempre con risas, con anécdotas y con ese entusiasmo que solo ella sabe transmitir. Y cuando su vida laboral acabó, lejos de descansar, siguió dando. Son ya más de 15 los años que la compartimos en la parroquia de Posada. Como voluntaria en campamentos y convivencias. Al mando de los fogones organiza menús, hace compras y cocina. Porque para ella, servir a los demás es una forma de amar. En ella vemos que ayudar no tiene edad, ni límites, ni calendario. Fifi tiene esa mezcla única de fuerza y ternura, es modernidad y tradición. Es vitalidad, juventud, espíritu y un corazón enorme que no excluye a nadie. Es firmeza y generosidad que deja huella. En su casa, en la Asociación, en la parroquia, en cada rincón de Llanera hay un pedacito suyo. Por eso hoy, no solo celebramos una trayectoria, sino una vida entera dedicada por y para Llanera. Su vitalidad es contagiosa, su cariño infinito. Una vida que nos inspira, que nos guía y que nos recuerda cada día que el amor sincero, cuando se entrega sin miedo, transforma todo un concejo. Permitidnos la reflexión, pero realmente fue una adelantada a su tiempo. Mujer de pueblo, como ella dice siempre, humilde, trabajadora, valiente y con unas ganas increíbles de emprender, de participar ciegamente en sus propias ideas y de colaborar ciegamente en las nuestras. Siempre con unas metas claras y unos valores enraizados. En definitiva, una mujer de bandera”. Apuntaron.

Emocionada y sorprendida

Tras estas palabras José Julio Velasco y Eva María Pérez entregaron a Fifi el trofeo como Llanerense del Año 2025. En nombre de la homenajeada habló su hija Begoña Álvarez, que aseguró que a sus 84 años estaba tan emocionada como sorprendida. “Nunca ha hecho nada esperando reconocimientos y por eso recibir el premio Llanerense del Año del colectivo Gorfolí-Santufirme la tiene con una alegría que casi no le cabe en el cuerpo. No se ha visto con fuerzas de leer este agradecimiento, pero intentaré expresar todo lo que ella me ha dicho. Mi madre quiere que os diga que este premio no es solo para ella, que lo quiere compartir con toda la gente que la ha acompañado a lo largo de su vida. Para su familia, por supuesto, además de sus hermanas, nosotras sus hijas, sus yernos y nieto. Para su cuñado David y su sobrina Nelly, que han sido sus dos compañeros en gran parte de esta andadura. En crear su segunda familia, a veces creedme que parece la primera, La Madreña. Para la Asociación y todos sus componentes a lo largo de estos 50 años, sois vida para ella. Lo que la madreña representa para ella es muy difícil de explicar, pero es amor, cariño, cercanía, en definitiva, familia. Es su timón y su consuelo en los momentos difíciles. Es la manera de no rendirse ante las adversidades y mantenerse activa cada día. Ahora que ella dice se hace mayor, no se cansa de agradeceros todo lo que la cuidáis, los preocupados que estáis por ella, lo querida y valorada que se siente entre todos vosotros. También quiere compartir este premio con sus vecinos de Llanera, sus amigos, los niños y adultos que pasaron por el consultorio del doctor Sopeña y que aún hoy se acuerdan de una palabra o un gesto suyo. Los que ve por la calle y se paran a hablar con ella. Tantas personas que la habéis amado para felicitarla. Los que la buscáis para comprar la lotería. Las que habéis compartido con ella mantel o habitación en las excursiones parroquiales o de vacaciones con el INSERSO. Tantas familias que le preguntáis la receta de alguna de sus ricas comidas que cocinan en el campamento y que a vuestros hijos les gustan tanto”, aseveró.

“Mi madre también quiere dar las gracias al colectivo Gorfoli y Santufirme por pensar en ella. Dice que jamás hubiera imaginado que alguien del concejo, una mujer sencilla de Arlos, que se crio en La Colonia, en Posada, entre prados y vecindades, pudiera recibir un reconocimiento así. Y que esto le demuestra que cuando uno hace las cosas con cariño, la vida, tarde o temprano, se lo devuelve. Quiere agradecer también a Llanera, a su gente, porque este concejo no es solo el lugar donde vive. Es su casa, su familia, su raíz. Ella siempre dice que no se puede querer bien al mundo si no se quiere primero a lo de uno. Y por eso ha llevado Llanera por donde ha ido con orgullo, con humor y con esa energía suya que ya todos conocéis. Me pidió que recordara algo muy importante. Que ella nunca ha hecho nada extraordinario. Que lo único que ha hecho ha sido estar, ayudar cuando podía, trabajar cuando tocaba, cuidar cuando hacía falta y abrir la puerta y el corazón a quien llegara. Y yo como hija quiero añadir algo que ella no diría nunca por molestia. Mi madre ha dado muchísimo. Muchísimo más de lo que nunca pedirá o contará. Y veo que hoy todo ese cariño vuelva hacia ella es algo que nos emociona profundamente”, destacó.

La alcaldesa de Llanera, Eva María Pérez, recordó que este es el primer año que asiste al evento como alcaldesa. “Es un orgullo para mí que este año haya sido el primer año que el premio sea a una mujer. Desde pequeña he aprendido a bailar a razón de la gaita, el tambor y la pandereta. Descubrí en ello algo muy importante, la memoria. Algo que no podemos ni debemos olvidar. Porque en esa memoria hay raíces, cultura y personas. Y aquí es donde quiero enmarcar a nuestra Llanerense del Año. Lo que celebramos hoy es el compromiso tenaz, discreto y constante de quien mantiene viva la dignidad de lo colectivo. De quien sabe que cuidar de los demás es también cuidar lo nuestro. Presente y proyectar el futuro. Porque nuestra Fifi nos cuida, nos enseña y es ejemplo. Y no lo hace sin pretensión ninguna. Con esa manera suya, tan natural, de estar siempre donde se necesita. Fifi no precisa de grandes gestos, ni titulares, su fuerza está en la constancia, en la ternura y en el trabajo. Ella pertenece a esa generación que ha sido testigo de una Llanera que cambió, que creció y que se modernizó. Pero que sigue teniendo el alma de siempre. Y es que gracias a personas como ella no perdemos el vínculo con lo esencial, con lo que somos y con lo que nos define. Al nombrarte Llanerense del Año, no te rinde el solo homenaje. Afirma con claridad y sin nostalgia que la Llanera que queremos construir se parece mucho a ti. Trabajadora, inquieta, sensible, comprometida y orgullosa de su pasado. Pero siempre mirando adelante”, comentó.

Recuerdo a Roberto

Las intervenciones finalizaron de la mano de José Julio Velasco de la Asociación Gorfoli-Santufirme, organizadora de este acto. “Mis primeras y sentidas palabras son de recuerdo para el alma mater de este galardón llanerense del año, nuestro querido Roberto. Que estoy seguro estará disfrutando desde el cielo al ver que la brillante y acertada obra que él inició hace 16 años tiene continuidad, quizá no con su visión certera, pero desde luego con trabajo y entusiasmo. Recuerdo también, muy emocionado, a los Llanerenses del Año o de otras ediciones que ya no están con nosotros. El Llanerense del Año es un premio consolidado y créanme, de los más importantes de Asturias. No hay más que mirar el elenco de los premiados y el numeroso público que asiste al acto. Además, era muy necesario porque desde siempre los pueblos han sentido la necesidad de reconocer las virtudes y valores de aquellas personas que llevan su sabia y su sangre. Así, los mismos pueblos se engrandecen, porque proclaman en esas personas lo mejor de sus raíces, lo mejor de su temperamento. Gracias, Roberto, por tanto y tan bueno como has aportado a Llanera con ésta y otras iniciativas de todos conocidas, siempre en deuda contigo”, destacó.

Velasco quiso reconocer la labor de los miembros del jurado por su reflexiva y ponderada deliberación, además de su discreción. “Tampoco podemos olvidar desde la organización de todas las personas que año tras año presentáis candidatos al llanerense del año. Vosotros no sólo sois parte importante del galardón, sino imprescindibles para su continuidad. Este galardón que entregamos a nuestra Fifi lo tienes bien merecido. Además de por ser para ella, me alegra que sea una mujer, porque este premio tenía y tiene déficit de mujeres. Van a permitirme unas breves palabras sobre la buena de Fifi desde mi experiencia de amistad con ella. Los aquí presentes, buen número, somos buena muestra del cariño y reconocimiento que te profesamos y también a tu familia. Fifi para mí es la mujer de las bondades y las cualidades, servicial, siempre de mano tendida y corazón abierto. La mujer para los demás, la que nunca se guarda nada para sí poniendo al servicio de los demás los abundantes talentos que posee. Por cierto, si la convencéis que tampoco es muy difícil, os prepara una carne asada, una fabada, unos frisuelos o un arroz con leche. En Fifi contemplamos a una mujer que nos enseña el valor de la constancia, del esfuerzo, del pensar primero en los otros que facilita y apoya todo lo que es bueno para la comunidad trabajadora e infatigable. La virtud de Fifi no está en hacer el bien, sino en amar el bien. Fifi nos muestra el verdadero arte de vivir con las palabras. No le basta hablar del prójimo, sino que le hace sitio en su corazón. No le basta decir palabras bonitas, sino que obra gestos generosos. Ella nos enseña que en cada una de nuestras encomiendas no hemos de regatear esfuerzos en contribuir a la construcción de un mundo más justo, sereno, que cuenta con todo sin dejar a nadie al margen, que mira al futuro con esperanza y donde resulte más valioso encender una luz, aunque sea pequeña que gritar constantemente contra la oscuridad. Quiero agradecerte Fifi, tu fuerza impulsora de bienestar para todos. Tú nos enseñas que no siempre podemos hacer grandes cosas, pero sí podemos hacer cosas sencillas con gran amor. Tu compromiso es una inspiración tanto y tan bueno como entregas a este consejo de Llanera, porque el impacto de tu labor en tu querida Madreña a lo largo de 50 años, en el campamento de la parroquia como cocinera, nos muestra el buen camino y nos enseña que la entrega desde la gratuidad y la generosidad no dependen de la edad. Es un honor para mí esta tarde y poder reconocer junto a los presentes tu fructuoso trabajo en beneficio de Llanera”, concluyó.

Una vez finalizada la entrega todos los asistentes disfrutaron del pincheo y compartieron anécdotas, recuerdos y sobre todo mucho cariño por la homenajeada.

El Tapín

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