LLANERA

SOCIEDAD

Villardeveyo homenajeó a sus vecinos de mayor edad

Domingo 22 de Junio del 2025 a las 16:28


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La Asociación de Vecinos San Miguel de Villardeveyo realizó el domingo 22 de junio su comida de hermandad, con el homenaje a los mayores, que este año fueron: Guadalupe González, María del Carmen Hevia, Amalio Elías Martínez, María Esther Fernández y a título póstumo para María Campo Fernández. Asistieron a la jornada un centenar de personas, que disfrutaron de momentos de convivencia y sobre todo de diversión.

Antes de que diera comienzo el homenaje los familiares de uno de los homenajeados organizaron una danza tradicional paraguaya ofrecida con todo el cariño por Beni, una residente paraguaya del concejo. Su gesto fue un puente de culturas, un abrazo entre tierras, una forma de decir gracias desde el alma a todos los vecinos llanerenses.

La presidenta del colectivo, Charo Menéndez, dedicó unas palabras a los asistentes y homenajeados. “No hacemos más que poner un pequeño grano de arena para poner en valor la vida que han llevado adelante las personas que hoy nos acompañan. Son para nosotros ejemplo de tesón, valentía, sacrificio y duro trabajo. Todos y cada uno de ellos merecen nuestro cariño y nuestro respeto, y de todos ellos hemos de copiar valores, actitudes, que a lo mejor en nuestro mundo de hoy parece que ya no están de moda. Pues bien, ellos están aquí hoy y han estado con nosotros, y nosotros debemos estar con ellos siempre. También es una comida de hermandad abierta no sólo a nuestros mayores que hoy nos acompañan, sino también a todos vosotros vecinos, sin excepción”, apuntó.

Mari Paz Menéndez, miembro de la directiva de la Asociación Vecinal, realizó las glosas de los homenajeados y comenzó con María Campo, que lo recibió a título póstumo y fueron sus hijas y el nieto los encargados de recoger la placa conmemorativa. María nació en Cangas de Narcea, se casó con Pedro, con el que tuvo cuatro hijos: José, Maripaz, María y Ana- Era una mujer muy familiar, trabajadora, optimista y emprendedora, con muchas ganas de hacer actividades. Muy querida en su grupo de manualidades, donde cada una de sus compañeras y su profe, Noelia Uría, guardan con cariño su recuerdo.

Otra de las homenajeadas fue María Esther Fernández, que nació en San Juan de la Arena. Realizó sus estudios en las escuelas de su pueblo. Trabajó en la fábrica de conservas Allo. Es una mujer alegre, positiva y con una inmensa fuerza para luchar con todas las enfermedades que se ocasionan en su vida. Adora a sus tres hijas y es feliz con las cosas más sencillas. Sobre todo, añora profundamente también localidad natal, la cual dejó por amor a Mario.

 Recogió la plaza su hija Sandra, porque la homenajeada está convaleciente.

María de Carmen Hevia nació en San Andrés de los Tacones y desde la edad de 6 años hasta los 18 vivió en Serín, donde cursó sus estudios en la Escuela Municipal. En una romería cuando acudió con una amiga, ésta le presenta a un chico que ella comenta y encuentra apuesto y muy atractivo. La invita a bailar y ya no se separan. Era Álvaro su futuro marido y padre de sus hijos. Tiene tres hijos, seis nietos y una preciosa bisnieta. Es una madre amante de sus hijos, moderna, trabajadora, incansable y muy activa. Le encanta ocuparse de su huerto, hace postura, manualidades, es cariñosa, muy amable y es feliz.

Guadalupe González nació en Villar de Tullaso. Se crio en Lantero hasta los 16 años y de allí se trasladó a Villabona con un tío. Aquí conoció a su marido Luis, se casaron y tuvieron cuatro hijos. Fue una madre ejemplar, trabajadora y luchadora que supo sacar adelante a su familia con mucho sacrificio afrontando las adversidades. Se hizo cargo del bar del Centro social de Villabona. Es muy activa y solidaria, ayudando siempre que puede a quien lo necesite.

Amalio Elías Martínez nació en Villabona, realizó sus estudios en nuestra escuela y más tarde en la Universidad Laboral de Gijón, donde recibió tres diplomas. Trabajó de albañil con su tío Elías y ha trabajado en Minas de Villabona y la Renfe, que donde se jubiló. En el 66 jugaba de portero en San Juan de la Arena. Se unen en matrimonio en el 69 con Esther la antes homenajeada, un 28 de junio a la iglesia parroquial donde ella vive. Forman una preciosa familia con sus tres hijas, Sandra, Mónica y Susi, sintiéndose afortunados por el gran cariño que se prodigio aquí. Susi le da a un nieto, Elías, que se da los pasos de su abuelo, pues le encanta y adora el fútbol. Es el quien le conduce a los entrenamientos y a la escuela.

La Asociación también dio un detalle a los homenajeados en ediciones anteriores.

El Tapín

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