LLANERA

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“Están sin comida y sin agua en las zonas afectadas, y los puestos de descarga de las ayudas están llenos, pero nadie la reparte”

Lunes 04 de Noviembre del 2024 a las 14:28


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Ana Rosa Rodríguez es la propietaria de la tienda de moda “La Vieja Nana”, que cuenta con cinco tiendas en toda Asturias, tres de ellas en Lugo de Llanera, Colloto y Lugones y decidió iniciar una campaña de recogida de ropa, productos de higiene y comida, en todas sus tiendas el pasado sábado, 2 de noviembre, y confiesa que la ayuda y colaboración fue tal que solo en ese día se vieron desbordados, aunque pensaban llevar esa ayuda a Valencia el miércoles 6 de noviembre, tuvieron que adelantar su viaje a ese mismo sábado por la noche.

Rodríguez viajó con su familia en furgoneta a la zona cero de las inundaciones, en concreto estuvieron en Catarrojas. “En cuatro puntos de recogida nos dijeron que estaban desbordados de ayuda. Pero toneladas y toneladas de alimentos hemos visto. De un sitio nos mandaban a otro y a otro. Y en todos los sitios nos decían lo mismo, que no necesitaban nada, que estaban desbordados de ayuda. Pero toneladas de agua, de alimentos, entonces nosotros cogimos y nos metimos en medio del pueblo. Fuimos a Catarroja y fue horrible lo que vimos. Completamente desabastecidos, no tenían agua, no tenían alimentos, no tenían nada. La gente pasando hambre. Cogimos, pusimos el furgón en el medio, abrimos las puertas del furgón y repartimos todo lo que teníamos. Con nosotros venía otro furgón de Madrid, otros chicos de Madrid, hicieron lo mismo. Nosotros nos pusimos en una calle, ellos se pusieron más adelante y lo mismo. Repartimos todo lo que teníamos”, explicó.

Rodríguez asegura que el problema es que no se está repartiendo la ayuda que está en los propios centros de descarga, que son polideportivos, edificios municipales o autonómicos, que son toneladas de comida y demás productos. “Con las cosas que a nosotros nos quedaron salió un chico de Mieres, que lo va a repartir hoy por la noche. El viernes salen unos chicos de Sama con un tráiler. Es un caos, pero un caos. Fue mi marido y fue mi hijo. Y mi hijo subiendo a los pisos porque la gente mayor no puede salir de casa. Aquello está completamente embarrado. Entonces le subíamos la comida a las casas. El crío me decía, mamá, es que una señora tenía una botellina de agua pequeña. No tienen nada, no tienen alimentos, no tienen agua, no tienen comida, no tienen nada. Y los sitios de recogida están, sobre todo, exagerado lo que hay, exagerado. Pero no se lo están repartiendo. Nadie nos dijo porque no se repartía, nadie dice nada. Ni siquiera nos preguntaron de dónde veníamos. Llevaban dos tráilers de Torrejón, de Madrid, cargados con rastrillos, cubos, palas, medicamentos y cosas que necesitan ahora de manera urgente, pues les dijeron que no se lo cogían porque ellos solo tenían la recogida hasta las doce del mediodía y que ya llevaban una hora de más. La chica del tráiler suplicándoles, por favor, que no podían ir a otro punto de recogida, porque el tacógrafo ya se pasaba de horas y que los chicos tenían que trabajar mañana. Pues no se los cogieron. Le dieron la vuelta con los dos tráilers”, explicó.

Rodríguez comentó que fue una bombera la que les dijo que entrarán en el pueblo para repartir la ayuda directamente, que no pasarán por ningún puesto más de descarga y así lo hicieron. “Había mucha Guardia Civil, policías, bomberos de todo el mundo. Había bomberos de Francia, de Cataluña, de Oviedo. Bomberos había de todos los sitios. Y el Ejército estaba limpiando las calles. Lo que no está haciendo el Ejército, claro, es repartir la comida. Nos facilitaron todo, no nos pusieron ningún problema. Abrimos las puertas y la gente en fila esperando por la comida. La gente está desesperada. Yo los vi en el estado de shock, ni siquiera te pedían. Había una chica marroquí con niños en una terraza y le dijimos, ¿qué necesitas? Y no nos dijo nada, no nos atrevieron a decirnos nada. Y cogió mi hijo y subió allí y dice, mamá, dale de todo. Necesitan de todo. Estaba con niños pequeños. Y me dice, que cogió a sus niños pequeños, tenía tres niños. Una niña chiquitina y otros dos niños. Y dijo que había subido para los pisos superiores. Ellos vivían en un segundo, cogió a sus niños y subió para arriba, me comentó que ellos tuvieron suerte, pero los señores del primero están todos muertos y están dentro todavía de su casa”, apuntó.

“Me da mucha pena que la gente se esté rascando el bolsillo y esté donando cosas cuando es que de verdad ya no hace falta”, concluyó.