CARTA AL DIRECTOR
Día del Actor y la Actriz: Creadores de Sueños
Hoy, 26 de agosto, celebramos el Día Internacional del Actor y la Actriz, una fecha que rinde homenaje a aquellos valientes creadores que, con pasión y dedicación, dan vida a personajes que nos transportan a mundos llenos de emociones, historias y sueños. En esta jornada especial, queremos reconocer a todos esos artistas que luchan incansablemente por mantener viva la escena, quienes, a pesar de los desafíos y las incertidumbres, se niegan a tirar la toalla.
El Día Internacional del Actor y la Actriz tiene sus raíces en la figura de San Ginés, un actor romano que actuaba regularmente ante el emperador Diocleciano. Según la leyenda, en una de sus interpretaciones, Ginés realizaba una parodia del bautismo cristiano, una religión que aún no era oficial en Roma. Durante la representación, al recibir el agua bautismal, Ginés sintió una transformación espiritual que lo llevó a reconocer a Cristo como el Hijo de Dios, convirtiéndose al cristianismo en un acto de fe que desafió a su entorno.
Este acto fue considerado una blasfemia por el público que lo observaba, lo que llevó a su condena y eventual decapitación en el año 286. Su conversión y martirio lo convirtieron en un santo para los actores, encontrando a Dios en medio de su arte. Para el siglo VI, su festividad se celebraba el 25 de agosto, y más tarde, el Papa Gregorio III mandó reconstruir una capilla en su honor. Sin embargo, es el 26 de agosto cuando se le reconoce como patrón de los actores y actrices.
San Ginés es representado con una careta de actor en una mano y un violín o jara en la otra, simbolizando su conexión con el teatro y la música. A menudo, se le confunde con San Ginés de Arlés, otro mártir, lo que ha generado algunas discrepancias históricas. No obstante, San Ginés se destaca como el santo que encontró la verdad en la ficción, sacrificando su vida por defender su fe.
Hoy, varios siglos después, el 26 de agosto ha sido institucionalizado en numerosos países como el Día Internacional del Actor y la Actriz. En esta fecha, más allá de recordar al mártir, se reconoce con enorme gratitud a quienes, con talento, trabajo, disciplina y responsabilidad, ponen su cuerpo y alma en el escenario para representar un personaje. Los aplausos son siempre insuficientes para aquellos que llevan este título con orgullo y dedicación.
Ser actor o actriz no es simplemente una profesión, es una vocación que exige entrega, sacrificio y un amor profundo por el arte. Ellos y ellas no solo interpretan papeles, sino que encarnan emociones, transmiten mensajes y nos permiten, como espectadores, conectar con lo más profundo de la condición humana. Cada función, cada obra, cada escena es un acto de generosidad, un regalo que ofrecen a su público.
En un mundo donde a menudo se subestima la importancia del arte, los actores y actrices continúan su lucha diaria por defender su profesión. Esperan con ansias ser programados, saber que tendrán la oportunidad de pisar el escenario una vez más. Pero esa espera no es pasiva; es una espera activa, llena de preparación, de estudio, de ensayo, de una constante búsqueda por perfeccionar su arte.
Hoy, queremos felicitarlos y agradecerles por su perseverancia, por no rendirse, por mantenerse firmes en su convicción de que el arte es esencial. Gracias por cada personaje que han traído a la vida, por cada historia que han contado, por cada emoción que han compartido. Gracias por el amor que ponen en cada función, en cada actuación, y por el amor que nos brindan como público.
En este Día del Actor y la Actriz, celebramos no solo a quienes vemos en el escenario o en la pantalla, sino también a aquellos que, tras bambalinas, sueñan con su próxima oportunidad, con su próximo papel, con su próxima conexión con el público.
A todos ustedes, ACTORES, ACTRICES, ¡FELIZ DÍA! . Que su arte continúe inspirando y emocionando a todos los que tienen el privilegio de presenciarlo.
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