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SOCIEDAD

Las macotas de Lugones fueron bendecidas un año más

Domingo 14 de Enero del 2024 a las 12:58


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La iglesia San Félix de Lugones acogió, el domingo 14 de enero, la celebración de San Antón, patrón de los animales y las mascotas volvieron a entrar en el templo. Perros, gatos, conejos e incluso petauros estuvieron presentes en la misa de las 11 horas, junto a los más pequeños.

La vecina de Lugones, Marisa Martínez, acudió con sus cuatro petauros, “en casa tengo una voladera muy grande donde tienen sus nidos, porque son animales nocturnos y durante el día duermen, a las 23 horas es cuando comienzan a correr y volar por casa. Se asemejan a una ardilla, pero tienen membranas en los lados para poder volar. Los tengo desde septiembre y los adopté, me tuve que ir a Barcelona en avión y volví alquilando un coche, les conocía y llevaba tiempo buscándolos en adopción, porque no compro animales, encontré a una chica que los tenía en Barcelona. Me hice 2.000 kilómetros en un día idea y vuelta”, comentó.

Olaya e Irina acudieron con un hámster y un perro, Cazú, este último lleva varios años acudiendo a la celebración, pero el hámster de Olaya lo hacía por primera vez, ya que hace un año que está con su familia.

El sacerdote, Joaquín Manuel Serrano, aseguró en su homilía que hay que estar muy comprometido para tener un animal, ya que su vida suele ser de 20 años, sobre todo para los perros, “las mascotas forman parte de nuestras familias, aunque de cachorros son muy bonitos van a crecer, hacerse cascarrabias y tener sus achaques como pasa con las personas y hay que cuidarlos siempre, hasta el final de sus días”, resaltó.

Serrano comentó que esta celebración se ha convertido con el paso de los años en una tradición, “teníamos la novena de San Antón y le teníamos al principio algo abandonado, pero pensamos que eso no podía ser, porque en todas las familias hay mascotas y los menores deben saber que hay que cuidarlas, este día queremos reivindicarlo desde aquí”. La lluvia hizo que la bendición se tuviera que celebrar dentro del templo.

“La idea de que los animales entraran en la misa fue porque en un viaje a Italia tuve la oportunidad de compartir una celebración en un templo con un cura muy mayor, y el patrón de esa iglesia era San Antón y allí los animales entraban siempre, “porque es su patrón y tenían su derecho de estar allí”, me dijo el sacerdote”, recordó.