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SOCIEDAD

Una biblioteca para Muñó

Sábado 22 de Abril del 2023 a las 16:54


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La asociación vecinal Asecevi exponía el pasado 20 de abril el extenso archivo que ha conseguido recopilar de antiguo material escolar utilizado en Les Escueles de Muñó entre 1908 y 1980. En la exposición se podían ver desde enciclopedias como la famosa Álvarez, usada durante el régimen franquista desde 1954 hasta 1966 que se clasificaba por grados y reunía en un mismo volumen todas las materias, hasta libros de texto de los años setenta, o cuadernos escolares con lecciones, ejercicios y dibujos fechados entre los años treinta y setenta del pasado siglo. Todo ello cedido por la vecindad, a quien la asociación agradece su generosidad, mientras que Vidal González, su presidente, anima a “buscar en los hórreos y desvanes libros y libretas de la época en que ellos, sus padres o abuelos   fueron estudiantes aquí en estes escueles, pues, con esta exposición, queremos involucrar a la gente en el proyecto, ya que cuanta más gente participe más riqueza tendrá el archivo”.

El documento más antiguo es un informe de la primera maestra  que hubo en el aula de niñas fechado en 1908.

Figuran en el archivo algunos informes anuales que hacían los maestros y maestras. El más antiguo está fechado en 1908 y firmado por la primera maestra que hubo en el aula de niñas, Aurelia González, quien señala que en ese año había 46 niñas escolarizadas. “Podemos suponer que ese año habría en Muñó alrededor de cien escolares, calculando que habría otros tantos en el aula de niños”, apunta Vidal González.

La maestra también explica que las niñas pagaban ese año 90 céntimos al mes por asistir a clase, quejándose de que esa cantidad era excesiva para algunas familias y provocaba que parte de la población escolar no pudiera asistir por motivos económicos; lo cual unido a las ausencias en época de cosechas para que pudieran ayudar en esas tareas, junto con la edad temprana en que las niñas eran obligadas a dejar la escuela para ayudar a sus madres en la casa, provocaba que gran parte de ellas fueran casi analfabetas. Por ello solicitaba al Ayuntamiento que aportara una pequeña cantidad de dinero para ayudar a quienes no pudieran pagar la cuota mensual. “Con esta información, podemos deducir que ese año habría en Muñó más de cien niños y niñas en edad de ir a la escuela, una población que, antes de que Cesáreo Vigil, el indiano oriundo de Muñó que emigró de niño a La Habana e hizo fortuna con el negocio del tabaco, costeara y cediera Les Escueles al pueblo en 1906, no tenía ni un sitio cerrado donde acudir a clase”, expresa el presidente, contrastando el dato con la población infantil actual que “no llegará ni a diez niños en todo  Muñó”, por lo que reclama a los gobernantes “que miren un poco por lo rural y sus habitantes, quienes tienen los mismos derechos que los de la zona urbana”.

“Para poder acondicionar la biblioteca necesitaríamos estanterías, pero el principal problema que tenemos es la humedad y el frío”.

La asociación tiene como objetivo crear una biblioteca en el edificio, concretamente en lo que era el aula de niñas, para que pueda ser disfrutada por la vecindad como punto de reunión y fomento de la lectura. Allí se podría ojear el archivo y llevar libros prestados de los casi seiscientos volúmenes de temática variada con que cuentan: novelas, biografías, ensayos, tratados filosóficos, cuentos infantiles… cedidos en gran parte por Carmeta Morán y Miguel Silveira, así como una colección de ejemplares de la emblemática revista “Interviú”, de los años setenta, cedida por Ismael del Pueblu.

“Para poder acondicionar la biblioteca necesitaríamos estanterías, pero el principal problema que tenemos es la humedad y el frío, ya que el edificio es muy grande y no cuenta con ningún sistema de calefacción, por lo que la gente que viene aquí a las diversas actividades que se realizan (pilates, baile, espichas…) siempre se queja de eso”, explicaba Vidal González, detallando que “el problema de la humedad se ha paliado en parte con las ventanas batientes que nos pusieron hace poco y que permiten ventilar cuando no hay nadie, pero en cuanto a poner algún sistema para calentar el edificio, aunque sean estufas, nos han dicho que, al ser un espacio tan grande y con techos muy altos, resultaría muy caro. Para intentar solucionarlo, hemos solicitado al Ayuntamiento los materiales necesarios para bajar los techos y nosotros mismos pondríamos la mano de obra.  Asecevi dispone de 5.000 euros procedentes del reintegro de las papeletas vendidas de la lotería de Navidad que la gente no cobró y quiere, además de agradecerles el gesto, utilizar ese dinero mejorando Les Escueles para todos”.