SIERO

SOCIEDAD

La lluvia respetó la bendición de los Güevos Pintos

Martes 02 de Abril del 2024 a las 20:28


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El martes abrió por último día el mercado de los Güevos Pintos, en el Parque Alfonso X El Sabio en La Pola, y fueron muchos los vecinos y visitantes que se acercaron a disfrutar de él y de la celebración en sí. Como manda la tradición a las 12 horas, en la Plaza del Ayuntamiento, dio inicio la bendición, pero antes tuvo lugar el discurso de la presidenta de la Sociedad de Festejos, Lucía Noval, aseguró que acudió mucha gente a la bendición que no fue invitada por ellos y que hacía un año que veía, solo en los periódicos. Noval reclamó más apoyo municipal, para mantener las costumbres y la tradición, con apoyo económico, eliminado la burocracia y aumentando la colaboración. Acabó su discurso recordando como vivía en su infancia la celebración y como pintaba los Güevos Pintos.

El párroco de Pola de Siero, Fermín Riaño, comenzó su intervención en asturiano comentando que tras unos años realizando la bendición, “uno puede decir que La Pola es un sitio fácil de bendecir, de hablar bien de ella. Con el paso del tiempo y las alegrías y las penas que trae la vida, esta villa y su gente tenéis los brazos y el corazón abiertos a todos “a los de La Pola de toda la vida” y a los que vinieron para quedarse a vivir o simplemente para pasar unos días”, comentó.

“La Pola es un lugar donde presta encontrarse con los vecinos, compartir el trabajo y la fiesta juntos. Haciendo que este año seamos el tercer concejo con más empresas asentadas en el territorio. Mucho se habló este año del campo y el ganado y se tiene que seguir haciendo, porque los agricultores y ganaderos son la gente que hace posible que haya alimentos en cada casa, mientras que en las suyas abundan los problemas. Para ellos va destinada la bendición de este año y les aliento a que escuchen y salgan adelante aquí, y en Europa, sus reivindicaciones y propuestas Que la caña de olivo que se alza para dar esta bendición sea llamada al alto el fuego en Gaza y en todos los pueblos que sufren la violencia de la guerra y opresión”.

Después tuvo lugar la bendición por parte del sacerdote, a la cesta de Güevos Pintos que portaba el embajador de las fiestas, Alejandro Onís. El Ventolín puso el broche final a al acto con sus bailes y música tradicional.