LLANERA

SOCIEDAD

Laureano Oubiña: “La única manera de terminar con el narcotráfico es despenalizar las drogas”

Sábado 16 de Diciembre del 2023 a las 19:55


🔎  Aumentar texto 🔎  Reducir texto

Su nombre está muy presente en la memoria colectiva y su persona despierta un gran interés. Cercano y directo, Laureano Oubiña Piñeiro (Cambados, 1946) habla sin complejos. El sábado visitó El Chiringu de Cayés, aprovechando su amistad con el propietario, Pepe, para presentar su segundo libro autobiográfico, “Desmontado Fariña”, con el que ahonda de nuevo en su trayectoria y rebate la visión que la popular serie de televisión ha dado de su vida. Durante la entrevista son varias las ocasiones en las que se levanta para firmar ejemplares y hacerse fotografías requerido por sus seguidores.

Le gusta conversar y de ello dan fe las más de 200 páginas del nuevo libro, en el que se guarda pocas cosas. Habla sin tapujos de sus testaferros, de su vida en libertad y de la reinserción, de los nuevos narcos, del traficante Monzer Al Kassar y de la banda terrorista ETA. A las numerosas imágenes y recortes de prensa que acompañan la publicación, ha añadido la demanda completa que interpuso contra Atresmedia, Bambú Producciones y Netflix por la popular serie, que considera que ha violado su derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.  

-Recientemente se celebró el juicio contra los productores y los canales de emisión de Fariña y ha quedado visto para sentencia, ¿qué sensación le ha dejado?

-Como está “sub iudice”, no soy quien para hablar en este momento, ahora es el turno de sus señorías. Después de que hablen ellos, lo haré yo.

-Lo que sí ha contado con todo detalle es en lo que discrepa con lo que narra la serie.

-Es que más del noventa por ciento es mentira, lo único que tiene de verdad son los nombres y apellidos, entre ellos los míos. Además, me achacan delitos que nunca cometí y no voy a pasar por ahí, jamás tuve nada que ver con el tema de la cocaína. Les desmonto párrafo por párrafo lo que han reflejado y todas las mentiras que han contado sobre mi persona. Es que ni siquiera tiene que ver con el libro de Nacho Carretero, que es un corta y pega de las noticias de la prensa de la época. Lo que no sabe la gente es que los periodistas que escribieron en esos periódicos no se reafirmaron luego en muchas de esas informaciones.  

-¿Se extralimitaron en la ficción?

-Es que es una ficción total, pero entonces que no digan que está inspirada en hechos reales. Que vi los diez capítulos y en todos ellos lo ponen. Y no había necesidad de mentir de semejante manera porque si quieren hacer una serie realmente del tema del contrabando hay hechos reales de sobra. Yo vengo de la época del estraperlo de lo más básico de comer; luego ya me pasé al contrabando de café, gasoil de barcos, tabaco y en los últimos años, al transporte de hachís. Que yo nunca compré un kilo y nunca lo vendí. Yo hacía transporte por mar y por tierra. No había necesidad de ficcionar y decir esas chorradas.

-En su primer libro, “Oubiña, toda la verdad”, relata cómo comenzó en el contrabando en una época en la que se pasaba hambre.

-Es que no te quedaba otra, se hacía por necesidad, ni el cura de la parroquia se libraba del contrabando. Yo tuve que guardar cosas en la sacristía y no te la abría gratuitamente. En casa de mis padres había cartillas de racionamiento, teníamos taberna y ultramarinos y se hacía estraperlo con lo más básico. Y no solo en Galicia, también en Castilla y León, todos los que estábamos en la raya con Portugal. Se traían hasta medicamentos como la penicilina o anticonceptivos; aquí con Franco no existían ni preservativos, ni pastillas, ni nada. Haciendo una serie basándose en eso creo que sería hasta bueno porque la gente joven de ahora no sabe lo que pasaba. Antes, ¿quién comía pan de trigo? ¿Y tirar el pan? Olvídate. A lo mejor a la juventud le vendría bien saber eso.  

-Comentaba antes que periodistas de la época no se reafirmaron en las informaciones, pero ¿nunca se molestaron en contrastar con su versión antes de publicar?  

-No y también hay cosas que no salieron como se habían escrito. En este país los medios de comunicación no hablan más que de lo que les interesa a ellos, contra el sistema no se meten porque es el que les da la subvención para mantenerlos. Y aquí nada más que se cuenta la versión oficial. Pero lo que ha jorobado a la mayoría son las redes sociales, yo si no fuera por ellas, bien jodido estaba. Es la manera que tengo de ir dando la vuelta a todas las farsas y mentiras que escribieron sobre mí durante treinta años y por eso algunos están mosqueados conmigo. La prensa aún está usurpada por la dirección y los políticos de turno que son quienes la subvencionan, para mí no tienen independencia.  

-En el primer capítulo habla de su vida en libertad después de treinta años en prisión y las dificultades para lograr la reinserción. ¿Considera que hay una persecución hacia usted?

-Por supuesto. Los progresistas hablan de reinserción, pero a mí no hacen más que ponerme problemas, no quieren que trabaje legalmente, quieren que vuelva a las andadas, pero la llevan clara. Eso sí, para Puigdemont o para Otegui sí hay reinserción. Yo me dedico a vender libros, merchandising y vinos y licores con mis dos marcas, “Antes muerto que chivato" y “Rumbo cero”; el que quiera más, que busque en otro lado.  

- Ahora todos conocemos las llamadas “cloacas del Estado”, pero usted lleva años denunciando su existencia.

-Sí y se aborda en el libro porque se hicieron aberraciones, metieron a gente inocente en la cárcel a punta pala por los informes de Villarejo y compañía. Pero los españoles somos así y creo que estas cosas van a existir siempre porque se permite que existan, los primeros tramposos son los políticos, cuando dicen la verdad es que se equivocaron, da igual el color.

-En el libro también se lamenta de la imagen que la serie proyecta de Galicia.

-Es que todo el mundo está empeñado en echar toda la porquería a Galicia. ¿Qué pasa, que por el puerto de Valencia no entran contenedores con droga? ¿O en el de Barcelona, o en el Sur? ¿Ves que se monte semejante película igual que en Galicia contra el Sur? Desde hace poco están dándole caña al narcotráfico, pero durante años el Sur estuvo dejado de la mano de Dios y nadie hizo nada. Ahora quieren erradicar el narcotráfico en Gibraltar y a mí me parece muy bien, pero esa gente, ¿a dónde va? ¿Les montaron allí industrias para ponerlos a trabajar? Tienen que comer, tienen que vivir; da un puesto de trabajo y después erradica. Si no, ¿qué hacen? Es la pescadilla que se muerde la cola.

-¿Hay diferencias entre el narcotráfico actual y el de su época?

-Yo creo que sí, muchas. Cuando fue la “Operación Nécora” se dijo que se había erradicado el narcotráfico en Galicia y en España. Del año 90 a aquí hay más narcotráfico. Cada día hay más, lo que pasa que ahora no le dan el bombo que le daban de aquella. El otro día vi la noticia de un gran empresario de A Coruña que fue detenido con más de 7.000 kilos de cocaína. ¿Qué empresario? ¿No tiene nombre ni apellidos? Y en cuatro días estará fuera. Si fuera yo ya estaban mi nombre, mis apellidos, mi fecha de nacimiento y todo. ¿Has visto que a los confidentes, que yo les llamo chivatos, les tocaran el patrimonio? A ninguno.  

-Y ¿cuál cree que es la solución para terminar con el narcotráfico?

-La única manera es despenalizar las drogas porque en cuanto haya quien consuma, habrá quien trafique. Pero eso no interesa porque la guerra contra los narcos da mucho dinero.  

-¿Habrá tercera entrega sobre la vida de Laureano Oubiña?

-La verdad es que este ya me costó mucho sacarlo, no imaginaba que publicar un libro suponía tanto trabajo. Uno también se va cansando y, además, todo en la vida no se puede contar (ríe).