LLANERA

CARTA AL DIRECTOR

D.E.P. Roberto

Miercoles 28 de Diciembre del 2022 a las 00:00


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“Soy el más joven de los pregoneros de las fiestas, pero también nací en la Llanera rural, en Santa Cruz, Villayo, La Sierra.Y éste que les habla, vivió allí sin electricidad en su casa hasta los 15 años. La luz eléctrica no había llegado a todos los vecinos del concejo. Las comunicaciones eran la otra cara de la moneda en el día a día. Ir al colegio suponía un desplazamiento hasta la parada del bus de 3 kilómetros a la ida y otros tantos a la vuelta. Llegar por la tarde en invierno y hacerse de noche era todo uno. Así que tocaba encender velas o el camping gas para estudiar y hacer las tareas escolares. Los 6 kilómetros eran la distancia normal, porque el río que bordea la casa familiar nos dio algunas sorpresas y recuerdo una vez que, acompañado de mis abuelos José y Azucena, la riada nos obligó a llegar a casa cruzando por el vecino concejo de Las Regueras y casi llegando a tener que entrar en el de Illas. Era la Llanera rural, en la que 4 generaciones, vivíamos bajo el mismo techo y qué felices, todo se compartía”.

Roberto era muy asturiano, pero sobre todo era de Llanera.Con el paso de los años se convirtió en un trabajador generoso e incansable por su tierra, Fundó la Asociación Gorfolí-Santufirme y con ella impulsó las Menciones Gorfolí en sus modalidades de reconocimiento al campo, a la innovación y a la trayectoria empresarial y el premio "Llanerense del Año".

Con el mismo ánimo de contribuir a “publicitar” Llanera desde 2016 impulsó y fue el presidente de la Asociación Perxuraos, colectivo con el que editaba anualmente una revista especializada en la historia del municipio.

También fueron suyas las iniciativas de creación y búsqueda de patrocinadores para premiar con una beca al mejor expediente académico del IES Llanera e ideó con éxito el reconocimiento anual a un jugador del equipo de fútbol Unión Deportista de Llanera.

Un visionario, una de esas personas necesarias en cualquier sociedad, en cualquier tiempo o lugar.

Yo lo conocí por motivos exclusivamente profesionales porque Roberto era además un empresario de raza. Una de esas personas tan discretas como imprescindibles en el mundo empresarial, de esas que entienden y ejercen el objeto social de las empresas como una condición indispensable de servicio a los demás. Uno de esos empresarios que cada vez cuesta más encontrar.

Recuerdo con mucho cariño, pero sobre todo con admiración nuestros encuentros porque eran los inicios del periódico “El Tapín de Llanera” y recuerdo su sonrisa complaciente cuando le dije que estaba loco.

¿Editar un periódico lleno de letras en un mundo en el que ya nadie leía?

Ni que decir tiene que El Tapín ha resistido a mis augurios y goza de buena salud dos décadas después tanto en la versión impresa como en la digital logrando expandirse a más concejos.

Roberto era un ejemplo de mecenas moderno y reconocerlo es justo para que sus iniciativas no queden en el olvido y tanto sus vecinos como el Ayuntamiento de Llanera lograrán que sus buenas acciones no se mantengan en secreto.

Gracias sinceras por tanto Roberto.