SIERO

SOCIEDAD

Los polesos salen a la calle en Güevos Pintos a pesar de la lluvia

Martes 19 de Abril del 2022 a las 00:00


🔎  Aumentar texto 🔎  Reducir texto

Había muchas ganas de celebrar los Güevos Pintos, por eso a pesar de la lluvia los polesos salieron a la calle a disfrutar de la fiesta inundando el mercado y la plaza del Ayuntamiento para comprar y disfrutar de la bendición tradicional, además de tomarse el vermú con los amigos y la familia en cualquiera de los locales hosteleros de la villa.

Minutos antes de que diera comienzo la bendición y con todas las autoridades de diversos ámbitos cubiertos en los soportales comenzó un diluvio, que no achantó a los polesos que se mantuvieron paragua en mano escuchando primero a la presidenta de la Sociedad de Festejos de Pola, Lucía Noval, y después al párroco, Fermín Riaño.

Noval fue la encargada de dar el inició a la bendición y recordó que, tras dos años sin poder celebrarla de manera presencial, debido a la situación sanitaria que les privó de la cultura y tradición de esta fiesta, volvieron a la calle ya que esta es una de las celebraciones más arraigadas de la localidad.

 “Por fin nos hemos reunido rodeados de artesanía, de Güevos Pintos que hoy bendecimos para que dure un año más y como fin la eternidad.  Se decía que de esta saldríamos mejores, más fuertes que nunca y el tiempo nos dio la razón y este mes de abril, gracias al trabajo incansable de muchos polesos la villa vuelve a llenarse de colores, olor a pintura, gaitas, trajes, bailes, de asturiano en la calle, además de asturianos y foriatos disfrutando de la fiesta única en la región. La Sociedad de festejos seguirá haciendo todo lo que esté en su mano con los humildes recursos que dispone para seguir la tradición y crear escuela para que dure generaciones”, destacó.

El sacerdote, Fermín Riaño, en asturiano como manda la tradición dedicó unas palabras a todos los asistentes antes de realizar la bendición como tal. “Dicen que a la tercera va la vencida y este cura está feliz porque, si hace dos años echábamos la bendición desde el despacho del alcalde y el año pasado desde el prado de la iglesia, este lo hacemos ya desde la plaza del Ayuntamiento”, afirmó.

El párroco comentó que en estos dos años las familias han pasado por alegrías, penas y congojas, debido a la pandemia y a las crisis sociales y económicas. Además, quiso dar las gracias a los padres, madres, abuelos y abuelas por su esfuerzo diario para sacar adelante las casas y por el esfuerzo que ha permitido que se controle el virus y se pueda celebrar la fiesta. “En este tiempo que llevo con vosotros voy entendiendo que los polesos y polesas vivís y crecéis a la vida en calles y caleyas de este pueblo, donde compartís conversaciones, amistades y mercado”, apuntó.

Riaño aseguró que hay mucho que hacer con esos 12 millones de inversión en el concejo con el remanente que se aprobó con el diálogo con la oposición. “Vamos a poder seguir avanzando en justicia y solidaridad. Algo que deseamos también a todos los pueblos de la tierra y en especial a os que forman parte del país de Ucrania”, narró.

Al acto acudió la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, que era la primera vez que lo hacía estando en el cargo. “Después de dos años complicados se vuelven a reactivar estas fiestas, que alargan la Semana Santa, en la que hemos tenido unos datos excepcionales a nivel de turismo y nos impulsa para seguir trabajando, y así poder hablar este año no de recuperación sino de normalidad en el turismo asturiano. Asturias es el paraíso natural y trabajamos las fiestas que tenga ese atractivo turístico y Güevos Pintos es una de ellas”, comentó.

La primera embajadora de las fiestas, Carmen Émbil, explicó cómo iba a vivir este año las fiestas, madrugó para vestirse con el traje regional y después de la bendición fue a tomar el vermú con la Sociedad de Festejos, comer con las amigas y disfrutar de la fiesta. “Esta es la que más me gusta, aunque con la lluvia se nos fastidia un poco la cosa, pero mientras aguante un poco está bien. Es una responsabilidad ser la cara de las fiestas y la primera embajadora, es un orgullo y quiero hacerlo bien, es un poco de presión, pero son nervios buenos”, afirmó.