LLANERA

SOCIEDAD

Las maquetas del Batmovil, el Delorean y el primer Fórmula I pueden verse en la exposición del Bar Antonio gracias al artista Alfredo Sanz Pérez

Martes 14 de Diciembre del 2021 a las 00:00


🔎  Aumentar texto 🔎  Reducir texto

Alfredo Sanz Pérez es vecino de Posada de Llanera desde hace tres año, pero es originario de Madrid, aunque llegó a la región hace 10 años, primero residió en Gijón, posteriormente en La Barganiza hasta asentarse en Posada. La afición de Alfredo por la realización de maquetas de vehículos comenzó hace 15 años. “Soy electricista de profesión y estando en Madrid me ofrecieron venir para aquí a trabajar y mi mujer estaba en paro, por eso decidimos venirnos”, apuntó.

Sanz comentó que de pequeño le gustaba hacer manualidades, pero considera que no era muy bueno en ello. “El primer barco lo hice en el año 2004, cuando un día en Madrid pasé con mi mujer por delante de una tienda de maquetas y había un barco de los que navegan el río Misisipi y lo compré, me costó de aquella más de 100 euros y me líe con ello. En mi trabajo soy perfeccionista y eso lo aplicó también a mis maquetas, porque quería hacerlo bien y tarde más de una año en acabarlo y me quedó muy bonito. Una vez que te metes en esto y si te enganchas puedes estar todos los días 5 o 6 seis horas, después de venir de trabajar”, afirmó.

Cuando acabó esa maqueta comenzó con un galeón, que también compró en una tienda de maquetas, en el año 2008 y le llevó otro año, “hice esos dos y hasta hace seis años no he retomado esta afición, cambié el chip, el cambio de trabajo y venirnos a Asturias. El primer coche que hice hace seis años fue la furgoneta Volkswagen, mítica de los surfistas y los hippies, que también se muestra aquí. Pasando por una tienda de Gijón, que tiene cientos de maquetas, me llamó la atención porque pensé que nunca me había atrevido a hacer una de este tipo que no tiene nada que ver con los barcos, porque viene todo troquelado y son muchísimas piezas, que las tienes que pintar una a una y pegarlas. Cuando la terminé me volví a enganchar”, comentó.

Cuenta en su colección de doce coches, dos camiones, dos barcos, una avioneta y un camión de bomberos, de 400 piezas, “hay que tener mucha paciencia, esto se basa sobre todo en error y acierto, cuando una cosa no te sale bien tienes que volver a hacerla”, aseguró. Sanz considera que no es una afición muy cara, ya que las maquetas de los coches suelen costar entre los 20 y los 40 euros, los camiones son más caros entre 75 y 80 euros. Ha decidido recientemente comprarlos por Amazon, porque hay mucha más variedad.

“Después de pasar seis años con las maquetas de los vehículos hice otro parón y una de las veces que fui a mi casa de Madrid, tenía en una caja grande de vino con piezas de madera que me sobraron de los barcos que hice hace 15 años y me lo traje. Cree dos barcos por mis propios medios mirando fotos, el primero fue un ballenero y otro vikingos. Esto te sirve para desconectar y no piensas en nada más, solo en lo que estás haciendo y lo que harás luego, incluso hay veces cuando estoy entretenido con alguna maqueta, que piensas en el trabajo como lo vas a hacer cuando llegues a casa. A lo mejor me paso un mes y medio haciendo una maqueta, después la dejo durante cuatro meses, depende mucho de la inspiración que tengas, pero lo más importante es que esté siempre a la vista”, confesó.

Su proyecto a futuro es hacer desde cero una lancha motora de lujo, que son las que hay en Venecia, “son proyectos que ahora sin hacerlo comenzado me parecen muy complicados y

difíciles, pero lo mismo pensaba con los barcos y los van haciendo poco a poco y van saliendo”, afirmó. Sanz comentó que tiene todas las piezas en su casa colocadas en una vitrina en su habitación, porque le encanta mirarlas.

Todos los coches que ha hecho no son simple vehículos y modelos diferentes, sino que tienen que ser especiales, por eso entre sus piezas esta el Delorean de la película “Regreso al Futuro”, el Batmovil, el coche Starsky y Hutch, el primer coche de Fórmula I de los años 30 que es un Bentley, un Ford Mustang, un Rolls Royce típico de Alcapone y el avión del Barón Rojo. “Siempre intento buscar coches curiosas que me gusten, estuve buscando el típico taxi inglés. Todos los coches tienen dentro su motor y están pintados y hechos pieza a pieza”, apuntó. Otra de sus grandes pasiones es el Atlético de Madrid, que compagina con su afición a las maquetas.

Todas sus piezas pueden verse en el Bar Antonio en Posada de Llanera, ya que están expuestas en su vitrina.