LLANERA

CULTURA

La arqueóloga, Esperanza Martín, ofreció a los llanerenses los últimos hallazgos de la excavación de Lucus Asturum

Domingo 06 de Octubre del 2024 a las 10:45


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El pasado viernes 4 de octubre en la Casa de Cultura de Lugo de Llanera la arqueóloga, Esperanza Martín, presentó a los vecinos los últimos hallazgos obtenidos en la excavación de Lucus Asturum, tras dos meses de trabajo realizados este año 2024. Este año se cambió la zona de excavación a la finca de la Casa Rectoral, siguiendo las excavaciones que había llevado a cabo el equipo de Carmen Fernández Ochoa, Paloma García y Mar Arzalejos, en los años 80.

“Llevamos a cabo una serie de excavaciones arqueológicas relativamente cercanas que complementaran las que se habían hecho en los años 80. Ellas habían sacado toda una serie de tumbas y unas cronologías más o menos diversas con unos suelos bastante destrozados de época romana. Lo que hicimos nosotros fue acudir a la zona donde ellos habían empezado a trabajar y lo que os traemos ahora mismo son los resultados que nosotros obtuvimos. Lo que estáis viendo es el trabajo de un equipo multidisciplinar de geólogos, antropólogos, arqueólogos y restauradores. Hemos decidido que el trabajo arqueológico a llevar a cabo en Lugo de Llanera siempre ha de ser interdisciplinar”, apuntó.

Martín comentó que trabajaron a lo largo de dos meses una veintena de personas. “El Ayuntamiento de Llanera también nos cedió un laboratorio que podemos utilizar de manera continuada mientras estamos haciendo las expansiones arqueológicas lo que hace es redundar en esa velocidad a la hora de obtener resultados. Participó un equipo de antropólogos en este proyecto que llegaron desde Estados Unidos, son de la Universidad de Nevada, Ohio y Baja California, lo que hemos obtenido es este sondeo arqueológico donde se ven las dos fases de ocupación, la época romana y la época medieval. Hemos excavado más de no recuerdo exactamente si eran 30 o 32 cuerpos humanos divididos en diferentes lugares y que tienen unas características más o menos comunes”, explicó.

La arqueóloga comentó que son diferentes tumbas más o menos orientadas y algunas de similares cronologías, pero otras bastante posteriores. La catalogación de las tumbas en un primer momento fue claramente medieval, porque respondían a unas características comunes que ya se habían visto en otras necrópolis de esta época medieval, que estaban en Cangas de Onís, en la zona de Llanes, en Santa Cruz, cerca de Covadonga. Hay una serie de características comunes que curiosamente se repiten en toda Asturias y en parte de León también. Que es el hecho de que las lajas vayan en vertical, que sean lajas masivas que lleven orejetas. Todavía nos queda por hacer algunas dataciones de radiocarbono, pero que siempre nos estamos moviendo entre esos siglos IX-XIII”, comentó.

Martín aseguró que todavía quedan muchos restos por estudiar y están pendientes de la financiación autonómica y de sus trámites.