LLANERA

CULTURA

La pintora polaca, Kinga Wozniak, acercó su arte a Llanera

Viernes 10 de Mayo del 2024 a las 11:13


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La pintora polaca, Kinga Wozniak, expuso sus cuadros este mes de abril en la Casa de Cultura de Lugo de Llanera. Bajo el título “Puntos de vista”, la artista presentó sus paisajes rurales y urbanos mediante la técnica de la acuarela, en la que todo es intuitivo y sin control y creó eco-mosaicos a partir de materiales naturales, enfatizando así la capacidad de acción de las personas para comprender la realidad que nos rodea.

Wozniak lleva un año y medio residiendo en Asturias, en concreto en Luanco, junto a su marido, Antonio Muñiz, y sus dos hijos, su pareja ha vivido gran parte de su vida en Soto de Llanera y allí residen actualmente sus suegros, por lo que tienen gran vinculación con el concejo. “No tengo trabajo por el momento en España y estoy buscando promocionarme a través de mi arte, ya que puedo dar clases de pintura y manualidades a personas de todas las edades e involucrarme en cualquier proyecto artístico que se presente”, afirmó.

Derechos de los animales

La artista confiesa que su mayor deseo es realizar un tipo de arte más dedicado al activismo y sobre todo relacionado con los derechos de los animales, “me gustaría hacer piezas para alguna exposición, no solo pinturas sino también esculturas, relacionados con los derechos de os animales, ya que por el momento he hecho obras como son los paisajes que se muestras en esta exposición por promocionarme y aumentar el porfolio”, afirmó.

La pintora comentó que por el momento está elaborando el proyecto de las piezas sobre los derechos de los animales, “para mí el arte es el medio para expresarse, los paisajes los hago para relajarme, el arte va más allá, es más trascendental y tiene que servir para expresarte y contar algo concreto y más importante. Después del verano, porque en esa época viajaré a Turquía para asistir a una residencia artística, quiero centrarme en este proyecto más afondo. Me gustaría presentarlo a partir del año que viene. Las personas no pensamos, en general, que los animales tienen sentimientos, les vemos como objetos, que están ahí para nosotros y al final del día si te paras a pensar en ello son seres que sienten igual que nosotros y tienen sus emociones. Está demostrado que pueden tener depresión, sienten dolor y tienen cicatrices emocionales, para nosotros existen los perros y gatos que tenemos en el domicilio, pero todos son animales, las vacas por ejemplo las apartamos de sus crías nada más nacer, para conseguir su leche y nadie piensa en lo que pueden llegar a sentir por esa pérdida. Es importante que las personas conozcan esa perspectiva y piense en ello”, explicó.

Kinga comentó que residían en Polonia, pero se vinieron a Asturias por su marido y por la situación económica que allí se les complicaba, “nos conocimos en Londres, porque los dos trabajábamos en el mismo sitio y luego nos fuimos a Polonia, pero allí después de la pandemia y con dos niños todo eran gastos y nos planteamos venir aquí. El padre de Antonio, Julián Muñiz, es pintor autodidacta y realizó una exposición antes que yo, habló con los técnicos de cultura del Ayuntamiento de Llanera y es mi primera exposición en Asturias, de la que estoy muy orgullosa y agradecida, por darme esta oportunidad, ya que es un gran sitio para empezar”, destacó.

La artista expuso sus cuadros de paisajes, hechos en acuarela que es la técnica que más le gusta, porque es la que menos se puede controlar. “Eran paisajes en general, de Luanco, Sicilia, Edimburgo, y demás lugares que he visitado o en los que he vivido”, afirmó. Expuso 8 obras de tamaño mediano. “Tardo una o dos horas en hacer una obra pequeña, pero siempre depende del tamaño, uso mis fotografías de viajes o de lugares que me gustan y esto me sirve para relajarme”, apuntó.

Kinga aseguró que el arte en Asturias no es tan diferente al de las otras partes del mundo en las que ha residido, “cada persona ve el mundo de forma diferente y lo plasma en el arte, porque la belleza del mundo está en todas partes. Me gusta mucho la cultura eslava, porque Polonia era eslava y cuando los cristianos llegaron lo cambiaron todos y lo eslavo pasó a ser pagano y fue desapareciendo. Mi familia es católica y se ha perdido la cultura eslava de mis antepasados y por eso me gusta el poder recuperarla, porque conecta mucho al ser humano con la naturaleza y eso plasmo en mis cuadros. Tengo muchos de mis cuadros en Instagram”, afirmó.

Kinga lleva pintando desde que tiene memoria, fue a un instituto de artes y después a la Universidad de Bellas Artes en Polonia, además su padre también es artista, aunque no es pintor, pero en su propia casa tiene edificios relevantes de todo el mundo hechos con metal, que son colmenas para sus abejas, es como un museo en miniatura. “Me viene esta pasión por mi padre y mi abuelo que son personas a las que siempre les ha gustado trabajar con sus manos”, confesó.