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SOCIEDAD
José Ramón González, el llanerense que fue dos veces campeón de España de boxeo en la categoría semipesado
El vecino de Ables, José Ramón González, fue al colegio de San Cucao, lleva toda la vida viviendo en esta parroquia llanerense y desde los 18 hasta pasados los 30 años se dedicó al boxeo. “Siempre me gustó este deporte y tenía un vecino que lo hacía, así que por mediación de él comenzamos muchos de Ables a ir al gimnasio a entrenar, éramos unos seis o siete, pero al final sólo quedé yo, porque es un deporte muy exigente y duro. Te puede gustar verlo, pero a todo el mundo le gusta pegar, pero que no te peguen y eso es imposible”, explicó.
González comenzó a entrenar en un gimnasio, que estaba en el Monte Naranco, con Justo Magdalena. “Mi primer combate lo tuve a los 7 u 8 meses de empezar a entrenar y fue en Rentería, en el País Vasco. Competí en el peso medio, que era hasta 75 kilos, y realicé dos o tres combates, pero me costaba mucho dar ese peso y pasé a la categoría superior de hasta 81 kilos, denominada peso semipesado. Todos los combates fueron en esa categoría”, explicó.
El llanerense realizó 40 combates y perdió cinco, fue campeón de España en dos ocasión y fano varias veces el campeonato de Asturias y el astur galaico, “no sólo competíamos en Asturias, sino que nos desplazábamos por toda España: País Vasco, Santander, La Coruña, Zaragoza, Calatayud y la última pelea fue en Valencia. También fui a boxear a Portugal. En aquella época no es como ahora, que hay muchos gimnasios que han incluido el boxeo y donde se imparte. Después de que cerrarán el gimnasio de Magdalena estuve un tiempo sin entrenar, hasta que empecé en la Atlética Avilesina y a los pocos meses se cerró el bajo donde entrenábamos y pasamos a entrenar al Nodo, el poblado de pescadores en Avilés y estuvimos casi dos años, hasta que pasamos a formar parte del Lar Gallego, en la calle Galiana en Avilés, donde estuve hasta los 31 años”, explicó.
El exboxeador recuerda que en aquellos años trabajaba en Salamarca de 7 a 15 horas, “antes de entrar a trabajar ya había salido a correr, entorno a las 5 o 5,30 horas era cuando salía. Cuando salía a las 15 horas iba para casa comía y estaba 30 o 40 minutos en casa, después venía caminando de Ables a Posada para coger el autobús delante el Ayuntamiento hasta a Avilés, me baja allí y caminando iba al gimnasio. Entrenábamos dos horas y media o tres todos los días, de lunes a viernes. Llegaba a las 23 horas a mi casa todos los días iba caminando desde Posada a Ables, cuando me dejaba el autobús”.
El deportista recordó que incluso en alguna ocasión fue corriendo desde Ables hasta el gimnasio, en la calle Galiana, con su mochila de la ropa de entrenar, por la carretera general por donde iba el Alsa, es decir, salía de Ables, Posada, Alto La Miranda, Cancienes, Nubledo hasta llegar a su destino en Avilés. “Llegaba a Avilés entrenaba esas casi tres horas y volvía para casa corriendo de nuevo. Eso lo hice tres o cuatro veces, son algo más de 40 kilómetros ida y vuelta.”, comentó.
González asegura que el boxeo es todo preparación física, “si tienes eso puedes ganar o puedes perder, puedes ser muy bueno técnicamente, pero como físicamente no estés al 100% te pasa por encima todo el mundo. En otro deporte tienes más tiempo para recuperar, pero el boxeo son tres minutos intentando machacar al rival sin parar, y en el momento que el adversario vea que te vienes abajo va a aprovechar. Tres minutos en el ring dándote palos se hacen eternos, sobre todo si las estas llevando”, afirmó.
El exboxeador aseguró que siempre que salió a pelear, pudo ganar o perder, pero físicamente siempre estaba al 100%, “hubo veces que se organizaron veladas, en las que yo boxeé, falló alguien y me ofrecieron volver a salir y me negué, porque sé que ya no estaba a ese 100%. Llegas y haces media hora de gimnasia para calentar bien los músculos, después haces sombra contra un espejo, siguen los saltos en la comba, el pegar el saco y luego guantes con otros compañeros, el entrenamiento son casi tres horas para llegar preparado al ring, porque allí te enfrentas a tres minutos de asalto, uno de descanso, hasta que acabe el combate. Pues en el gimnasio haces asaltos de 4 minutos y uno de descanso, para conseguir más fondo”, explicó.
El llanerense asegura que a nivel de Asturias este deporte está resurgiendo, porque hay muchos gimnasios y cuentan con mucha gente joven, “hacen veladas como las que se realizan aquí en Llanera por Aitor Nieto y en las que colabora el Ayuntamiento. Aunque en mi época este deporte estaba mal visto, pero en un combate de boxeo los contrincantes se pegan, pero cuando acaba se abrazan, se dan la mano y no pasó nada. Lo mismo el público, porque nunca vi a ningún asistente ni insultar, ni pegarse con nadie, son muy respetuosos y por eso se llama el “deporte del noble arte””, apuntó.
González comentó que su referente siempre fue Javier Castillejo, “cuando yo comencé Poli Díaz estaba en su máximo esplendor y fue muy bueno, pero su mala cabeza le llevó donde le llevó, pero este chaval, Castillejo, siempre me gustó porque peleaba con la guardia muy arriba, siempre estaba cubierto y no hacía tonterías. Tuve la oportunidad de conocerle personalmente, comimos con él en León y es una gran persona, si ya le admiraba como boxeador ahora también como persona, es muy humilde y encantador”, afirmó.
El boxeador dio las gracias a los organizadores de la última velada celebrada en Lugo de Llanera, en la que recibió un homenaje. “Me gustó mucho y más después de tantos años de haberlo dejado. Han reconocido todo el sacrificio que hice durante todos esos años”, comentó.
González boxeo en Llanera en una velada que se organizó en el polideportivo municipal de Posada de Llanera por el Lar Gallego, en 1992, donde era el favorito al título nacional. “Gané varias veces el campeonato de Asturias y el astur galaico, fui dos veces campeón de España en semipesado”, comentó.
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