LLANERA

DEPORTES

Luis Carlos González recibió la Mención a la Trayectoria en los Premios Deportivos El Tapín-UD Llanera

Domingo 06 de Agosto del 2023 a las 10:33


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Luis Carlos González Suárez recibió este año la Mención Especial a la Trayectoria, que entregó El Tapín junto a la UD Llanera, enmarcada dentro de los X Premios Deportivos. González nació en Robledo y se crio junto a dos hermanos más. Sus estudios los realizó en el Masaveu, en San Isidoro, en una academia en Lugo, encima del antiguo Bar Ponce, también recibió clases particulares de Jorge El Médico y Mino, en los locales de la iglesia de Lugo de Llanera. “También estuve un tiempo dando clases en la escuela de Robledo, que ahora es el albergue, pero al salirme un trabajo se lo dejé a mi hermana. La verdad es que me gustaba mucho, porque los niños me encantan”, afirmó.

González siempre trabajó en el servicio de recambio de automóviles, “empecé trabajando en Gualsan 1977 y estuve hasta el 83 en Oviedo, del 83 al 97 estuve en Gijón, después volví para Oviedo y llevó 8 años en Avilés. Aunque Gualsan cerró en 2017 y me subrogó el contrato a Recalvi, pero siempre trabajé en lo mismo en recambios de automóviles durante 47 años”, aseguró.

Su carrera futbolística comenzó cuando estudiaba en el Masaveu, con 10 años en 1970, “jugábamos a principio a futbito y después a fútbol en campo hasta los 13 años, después deje el centro. Era un niño muy inquieto y me favorecía jugar al fútbol, empecé jugando de extremo izquierda y después jugué en todos los puestos. Después decidí cambiar el fútbol por la bicicleta y corrí varias carreras, algunas en el club Ciclista Lugones, en concreto dos de ciclocross, pero era muy duro. Como me movía en bicicleta al ser un chaval y tenía una moza en Lugones, por lo que venía mucho y me ofrecieron correr con ellos, pero de aquella no había ficha federativa como ahora”, recordó.

Cuando dejó la bici fichó por al Atlético de Lugones, cuando el campo de fútbol estaba en el Cueto, cerca del monasterio cisterciense, después pasaron al Carbayu y recuerda que jugó en dos campos, las actuales instalaciones deportivas Santa Bárbara no existían. “Comencé jugando con los juveniles, alternando con los regionales, debuté con el regional en el Tartiere viejo en un partido de Liga. Cuando jugaba en el Lugones cobraba 10 pesetas, lo que sería ahora 60 céntimos, cada vez que jugábamos en casa. Cuando pasé para el regional en mi empresa, en el año 1976, cobraba 24 euros al mes y el Lugones me paga 18 euros al mes. Yo tenía 16 años. En juveniles los desplazamientos teníamos que costearlos nosotros, me acuerdo de ir a jugar al Rancho, el campo de Matalablima, con uno que se llamaba “Polvora” de Lugones y fuimos en el coche 850 unos 8 o 9 jugadores”, recordó.

González recuerda que en aquellos años cuando iban a los campos no había agua, porque en muchas ocasiones las tuberías estaban congeladas y sólo salía una gota, eso hacía que tuvieran que volver para su casa llenos de barro. “Cuando llovía en el campo del Cueto, que estaba en cuesta, el balón se enterraba hasta la mitad, todas las botas te hacían daño y el balón cuando se empapaba de agua, que no era como ahora, pesaba muchísimo y era un dolor darle con la cabeza, te quedaba la marca de la costura. Jugué en campos de polvo de carbón, de arena y los charcos eran un clásico. Era toda una odisea hasta venir a entrenar, porque yo cogía la bicicleta en Robledo y paraba en Lugo, donde venía con otro chaval, Ramón, en moto y parábamos en el Bar El Carbayu a tomar una copina de anís de guindas, antes de jugar”, comentó.

El ex futbolista asegura que entrenaban dos días a la semana. En el Lugones estuvo cuatro temporadas, “lo dejé porque no estaba de acuerdo con lo que me pagaban, porque jugadores a los que fichaban ellos para el regional cobraban 180 o 200 euros al mes y a mí como era de la cantera me seguían pagando 18 euros, además había jugado de titular toda la temporada y de 38 partidos había jugado 37, para mí era una injusticia”, relató.

Se fue a jugar con el Villabona, “había un equipo muy bueno, con gente de calidad y jugamos un torneo por la zona de Avilés, que se llamaba el Torneo de Primavera y lo ganamos. Después me llamó el entrenador del Atlético de Lugones, Cimadevilla, para que volviera, pero quería saber si las condiciones serían las mismas y al final volví, entrené y jugué con ellos, pero me mantenían el mismo dinero, aunque jugaban en Tercera División, que era territorial se jugaba con equipos de León, Cantabria y Galicia. Al final no mejoró la situación y me fui de nuevo”, comentó.

Tras dejarlo formó parte de un montón de equipos de fútbol sala, con los que disputó varios torneos y el torneo general de campeones en varias ocasiones. Incluso jugó con Los Playos en Gijón, en la playa e incluso llegó a jugar en la playa del Sardinero en Santander. “En 1990 fichó por el Olímpico de Lugo de Llanera, donde estuvo dos años en el regional y estuvo también en el club Oviedo Antiguo, dos años. En el Olímpico jugó con nosotros José Manuel “Argentino”, que fue campeón del mundo juvenil jugando con Maradona, tenía mucha clase y jugaba muy bien”, recordó.

González tras el Oviedo Antiguo estuvo jugando con las peñas, que eran equipos de empresas, de futbol once, estuvo federado hasta los 47 años. También jugó durante varios años en el torneo de veteranos en el polideportivo de Posada de Llanera, con el equipo San Cucao con que ganó en varias ocasiones.

Pero no todo fue bicicleta y fútbol, también disputó rallye clásicos, unos 25, consiguiendo el mejor resultado en el de Valdesoto, con un quinto puesto, junto a su compañero Daniel y con el coche un Seat 850.