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CULTURA
50 años de La Asociación Cultural La Madreña
La Plaza de la Habana se convirtió en el epicentro de la tradición y la cultura de nuestro municipio esta pasada tarde del viernes, con la celebración del 50 aniversario de la Asociación Cultural La Madreña. Más de doscientas personas se congregaron para disfrutar de un espectáculo que demostró el amor por el folklore, la música y el baile, uniendo generaciones en una pasión común: la defensa de nuestras raíces.
Desde el inicio, el público pudo sentir la entrega y el esfuerzo de los artistas sobre el escenario. La gaita y el tambor resonaron con fuerza, acompañando coreografías impecables ejecutadas con precisión y elegancia. Niños, jóvenes y adultos compartieron escenario, demostrando que la tradición sigue viva y que hay un relevo generacional comprometido con su continuidad.
Uno de los aspectos más destacados del evento fue la impecable presentación de los trajes tradicionales, los peinados, respetando fielmente el legado cultural. Cada detalle, desde los bordados hasta los complementos, reflejaba el esmero, el cuidado y la dedicación de los integrantes para mantener viva la autenticidad de sus vestuarios en grandes y chicos.
La organización del espectáculo fue simplemente impecable. Cada entrada y salida de los artistas se realizó con una sincronización perfecta, demostrando una profesionalidad indiscutible. La actitud en escena reflejaba no solo el talento de los bailarines y músicos, sino también su entrega total en cada pieza interpretada. Desde el más mínimo gesto hasta los movimientos más complejos, todo estuvo milimétricamente coordinado, dando lugar a una presentación fluida y de alto nivel artístico. Meses de ensayos permitieron reforzar su repertorio y la difícil tarea de organizarse entre sí, tarea compleja para muchos; pero lograda por sus casi setenta integrantes en escena. Aplaudible su disciplina en cada momento. La selección de temas del espectáculo fue interpretada desde la más afinada nota de las gaitas y el tambor, una clara muestra del trabajo constante y entrega en los ensayos. Cada paso de baile se conjugó en una armonía perfecta, donde la mirada de cada uno de los intérpretes reflejaba seguridad y disfrute.
Nota aparte merecen los más pequeños, esas niñas y niños que participaron en cada encuentro del montaje del espectáculo con mucha disciplina y conciencia del juego convertido en responsabilidad y entrega. Su entrada al escenario emocionaba al público, viendo en cada uno de ellos verdaderos artistas llenos de amor e inocencia convertida en expresión artística y verdadera.
Momento que despertó gestos de sentimientos y emociones fue el reconocimiento a sus miembros más antiguos, quienes aún permanecen en la agrupación con el mismo entusiasmo que el primer día.
El público, visiblemente emocionado, no dudó en manifestar su admiración por la puesta en escena. Al grito de "¡Viva La Madreña!", los asistentes ofrecieron un cálido aplauso de agradecimiento a la agrupación por su entrega, por regalar medio siglo de arte, música y tradición a nuestra comunidad. Esta celebración no solo fue un homenaje al pasado, sino también una reafirmación del compromiso de La Madreña con el futuro de nuestra cultura.
Si Llanera tuviese un premio a la cultura, este sería uno de esos ejemplos de colectivos que lo merecen, por dedicar medio siglo a brindar sentimientos y emociones, con gusto y entrega, desde el arte en general.
¡¡¡Enhorabuena!!!
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