LLANERA

SOCIEDAD

Los sobresalientes y los revoltijos son para todas las edades

Sábado 08 de Junio del 2024 a las 09:10


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Esta semana se dio un hecho inusual en Tutti Gus, en Lugo de Llanera. Hay una tradición que mantiene su dueño, Gus, que consiste en ofrecer una motivación “extra” a su clientela, si sacan cinco o más sobresalientes en las notas finales les regala un revoltijo y este año el primer revoltijo fue para una mujer de 55 años.

¿Cuántos años llevas haciendo esto, Gus?

Pues este año es el año número once.

¿Y cómo surgió esta iniciativa?

Pues nos gusta que en Tutti Gus se hagan cosas y para junio, por entonces, no teníamos nada en el calendario, hablo de festividades que en un quiosco de chuches puedan ser especiales como día del padre o la madre, enamorados, carnaval, navidades, papá Noel…, y me acordé de que, en un bar, hace muchos años, regalaban chupitos a cambio de suspensos. Pensé que no era buena incentivar el estudiar mal pero si le daba la vuelta y hacía “revoltijos por sobresalientes” a nadie le podía parecer mala idea.

¿Crees que de verdad motiva a las personas en edad de estudiar?

Sí, algunas veces vienen ya con las de Navidad a recoger su revoltijo, aunque no toque y otras veces me las entregan a mí antes que a su familia. Pero respecto a la edad de estudiar, no existe tal edad, existen estudiantes.

Es cierto, precisamente venimos a hablar de eso, Isabel Fernández, con 55 años y después de 35 años alejada de las aulas, ha sacado unas notas ejemplares.

¿Es la primera persona de esta edad que viene a por su revoltijo?

Al principio a las personas adultas les daba reparo venir, pero en los cuatro últimos años ya vienen con sus notas y aunque no quieran el revoltijo, yo les obligo. Si hay cinco sobresalientes hay revoltijo.

Isabel Fernández se acercó a Tutti Gus, en Lugo, para recoger su correspondiente revoltijo, ¿no le sorprende sacar cinco sobresalientes después de tanto tiempo sin estudiar?

 Cuando tienes esta edad y estás tan lejana a tu período educativo tienes dos desventajas, una es la falta de memoria y otra la falta de hábito de estudio, pero tienes una ventaja muy grande, la experiencia vital, ese es el mejor aprendizaje. Respecto a los sobresalientes, no tengo cinco, tengo siete de ocho, y dos menciones honoríficas que tuve que buscar en Google lo que significaban…

¿Qué le diría a las personas como usted para animarlas a estudiar?

Les diría que se animen, que es fabuloso aprender cosas, aunque sea a estas alturas, que es más fácil de lo que parece. De hecho, cuando llegué al I.E.S. Nº 1, en Gijón, donde cursé este año el primer curso del ciclo superior de Promoción de Igualdad entre mujeres y hombres, dije que ya me conocía la práctica y quería saber la teoría, pero nada más lejos de la realidad, aprendí muchísimas cosas que explican la sociedad en la que habitamos, me sorprendí mucho.

Conozco a personas de este concejo que están estudiando un grado universitario y son mayores que yo, si ellas pueden y yo puedo, el resto puede. Estudiar lo que una quiere cuando una quiere es otra cosa, no tiene nada que ver con la etapa educativa en la que estudias cosas que no te gustan por obligación.