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Siero escontra les Violencies Machistes hizo balance del año que acaba de concluir

Lunes 10 de Enero del 2022 a las 00:00


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La plataforma Siero escontra les Violencies Machistes hizo balance del año que acaba de concluir en su primera concentración de 2022, el pasado sábado 8 de enero.

78 mujeres y 7 menores asesinados.

“El año finalizó  con un total de 78 asesinatos de mujeres, según feminicidio.net, de los cuales 43 corresponden a mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, casi cuatro vidas segadas cada mes. Una cifra devastadora que, sin embargo, es la cifra más baja de toda la serie histórica desde que se empezaron a contabilizar los feminicidios”, constataban. Por el contrario, “los niños y niñas que perdieron la vida como consecuencia de la violencia de género se duplicaron el pasado año respecto al anterior: siete fueron asesinados en 2021”. La violencia vicaria, ésa que tiene como objetivo dañar a la mujer a través de sus seres queridos y, especialmente, de sus hijas e hijos, “es parte de la violencia machista y constituye un maltrato cotidiano presente en el régimen de visitas, en el uso de los y las menores para espiar, controlar y maltratar a la madre, y también en las custodias compartidas”, afirmaban, destacando que “a finales de año, relatores de la ONU difundieron un comunicado contra el sistema judicial español por no proteger de manera garantista a los menores frente a sus padres abusivos, advirtiendo de la existencia de un sesgo discriminatorio por el que la palabra de una mujer tiene, en los tribunales, menos valor que la de sus compañeros hombres”. En este sentido y como aspecto positivo, “este año 2021 se consagró una Ley de Infancia que persigue blindar la protección a las y los menores y el Ministerio de Igualdad anunció que la violencia vicaria será considerada una nueva forma de violencia machista”.

La mayoría de las víctimas nunca denuncia.

Destacaron la importancia de la denuncia como “la herramienta más efectiva para luchar contra la violencia de género, pues el 79,1 por ciento de las víctimas mortales de 2021 no había presentado denuncia alguna, lo cual demuestra que existe una gran cantidad de violencia no denunciada, por lo que la clave está en ofrecer otras alternativas”. En este sentido, el Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha un paquete de medidas urgentes que incluye, entre otras, medidas para detectar a las víctimas en lugares clave, como los centros de salud. “El dato de que el 79,1 por ciento de las mujeres asesinadas no habían denunciado significa también que el 20.9 sí lo había hecho y las instituciones no supieron protegerlas. La violencia institucional también es una forma de violencia machista”, declaraban, añadiendo que “2021 se ha cerrado con otro gran anuncio: las estadísticas oficiales pasarán a contemplar otras formas de feminicidios más allá del marco de la pareja o expareja, una de las demandas del movimiento feminista, las asociaciones de mujeres y las voces expertas”, anunciaban.

Violencia obstétrica y sexual.

La violencia obstétrica, una forma específica de violencia ejercida por profesionales de la salud hacia las mujeres embarazadas, en labor de parto o en el puerperio, que incluye maltrato verbal y psicológico ante las manifestaciones de dolor de la madre, “es algo que siguen soportando las mujeres en absoluto silencio, mientras que el 85 por ciento de las interrupciones voluntarias del embarazo se practican en clínicas privadas”, lamentaban.

La violencia sexual, definida por la OMS como cualquier acto dirigido contra la sexualidad de una persona, ya sean tocamientos, roces, agresiones, acoso sexual, exhibicionismo o violación, “arroja cada año en España unas cifras de 350.000 víctimas de las que, en más del 80 por ciento de las agresiones sexuales, existía algún tipo de vínculo con el agresor, siendo en el 17,4 de ellos un vínculo íntimo, como una pareja o expareja. En este sentido, la Ley de Libertad Sexual, que se prevé será aprobada en los próximos meses, equiparará a las víctimas de violencia sexual con las de violencia de género y establece la puesta en marcha de una red de servicios de atención integral, como los centros de crisis 24 horas y la creación de juzgados especializados en violencia sexual, así como formación para el personal que interviene en el proceso”.

Los trabajos de cuidados siguen sin tener reconocimiento social ni económico.

“En 2022 el movimiento feminista seguirá en las calles con demandas de base a las que no renunciamos. Una de ellas es la defensa de los trabajos de cuidados, unos trabajos considerados esenciales que siguen sin tener reconocimiento social ni económico. También seguiremos con la defensa de los servicios públicos y con la lucha contra la violencia machista y la precariedad laboral. Seguiremos luchando por un 2022 sin machismo y sin violencia hacia las mujeres. Por nosotras, por las que ya no están y por las que vendrán”, concluían.