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VARIOS

La equitación educativa refuerza la autonomía y la seguridad de los chavales con diversidad funcional

Jueves 14 de Abril del 2022 a las 00:00


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El Centro Ecuestre Arabian ofrece equitación educativa desde hace varios años a los alumnos del Colegio Santa María del Naranco de Oviedo. Su director general, Jaime Nicolás Álvaro, explicó que en el centro creen que para criar a un niño hace falta una tribu y es importante que todos los medios que se pongan a disposición de los alumnos son pocos. “Desde la tecnología más puntera que podamos tener hasta algo tan antiguo, además de próximo y compañero a la historia del hombre como son los caballos es importantísimo meterlo como apoyo al currículo”, explicó.

Álvaro aseguró que comenzaron hace 20 años a trabajar lo que llaman “equitación educativa”, donde se intenta que a través del trabajo con los caballos y su entorno que los chavales desarrollen sus capacidades, “no es una actividad sanitaria, sino más bien educativa que aprovecha la multitud de recursos que da tanto el medio natural, como el propio caballo en sí. Son unos animales maravillosos que han ayudado mucho a la humanidad”, apuntó.

Los alumnos que se benefician de esta equitación educativa son trece y acuden al centro todos los miércoles de 10 a 12 horas. “Llevamos en total tres años ofreciendo este servicio al centro. Además contamos con más proyectos como la “Total English Weekend” que pasan un fin de semana aquí hablando en inglés, incluso pernoctar en el hotel de La Campana”, comentó el propietario de Centro Ecuestre Arabian, Pablo Gil.

Gil explicó que los chavales trabajan con la psicóloga, Verónica Ortiz, entre ella y las terapeutas del colegio han creado un equipo para coordinar el trabajo. “Se mejora la autoestima al poder ellos ser los encargados de dirigir a un animal de más de 400 kilos; mejora la atención; la expresión de las emociones, porque bajan del caballo emocionados para contarlo; mejora el equilibrio; el desarrollo físico; la coordinación muscular y la postura, también la recepción sensorial, todo esto enriquece a los niños Queremos trabajar con los mejores profesionales y en Pablo hemos encontrado una personas con paciencia, motivación y estamos encantados”, afirmó el director.

 El responsable del Centro Ecuestre comentó que estos alumnos lo que necesitan son rutinas y la pandemia les afectó mucho, “el no poder salir, y venir lo notaron muchísimo, había familias que nos llamaban para ver cuando podíamos abrir, porque ellos vienen a estar con su compañero que son uña y carne, no solo a su terapia que es más monótona sino a disfrutar del entorno. Esta fue una de nuestras reclamaciones cuando estábamos cerrados, que vinieran los niños con diversidad funcional”, apuntó.

Cristina Díaz y Lucía Prado, son alumnas de prácticas de trabajo social y psicología respectivamente,  explicaron que es una muy buena iniciativa, porque hay niños que descargan muchas emociones con los caballos. “Están mucho más tranquilos el día que vienen aquí y te dicen que para ellos es el día más feliz. Además aquí ven a sus amigos, que solo lo pueden hacer en el patio”, destacó.

Patricia Álvarez, profesora del colegio, comentó que solo les aporta cosas positivas, los niños están encantados y se les ve una mejora a nivel de desarrollo de la expresión oral, pérdida de miedos, “hay niños que no hablaban ni cuatro palabras y ahora te quieren contar con que caballo estuvieron y lo bien que se lo pasaron. Se trabaja mucho la autonomía y el trabajo en equipo, se ven capaces de cosas que no podían hacer y se ven empoderados”, afirmó.